Me gustaría destacar un libro que recoge la vida de Rafael Patxot, cuyo título es «Rafael Patxot i Jubert. Una vida de tramontana». Está escrito por su nieta, Nuria Delétra-Carreras y Patxot, y editado por el Instituto de Estudios Catalanes, recientemente, en el año 2016.

Este libro es muy interesante porque no sólo se interesa por la vocación científica del meteorólogo sino que se adentra en su compleja personalidad. En la hoja 65 del libro se afirma que el interés de Patxot por la meteorología nace a partir de las lecturas de un eminente meteorólogo francés del siglo XIX, Camille Flammarion. Él construyó un observatorio meteorológico en Sant Feliu de Guíxols en 1896 (nació en 1872). Según la autora fue observador entre 1896 y 1905 y lo publicó en 1905. Hacía un registro de las características de las nubes dos veces al día. «Su metodología se basaba en la de dos especialistas en ciclones tropicales». En 1902 se desplazó a Barcelona por motivos laborales, primero a la Sociedad Astronómica de Barcelona y después al monasterio de Montserrat, y en la universidad. La importancia de Patxot es decisiva dentro de la historia de la meteorología catalana ya que junto con Eduard Fontserè institucionalizó el Servicio Meteorológico de Cataluña en 1919. La autora explica que esto sucedió «a raíz de la reunión en París de los directores de la Organización Meteorológica Internacional, donde el meteorólogo y amigo de Patxot, el profesor Eduard Fontserè, formaba parte de la delegación española». En 1925, según la escritora, se publicó un pequeño atlas de las nubes escrito en catalán y en francés. En 1929 la institución Patxot contribuyó a la publicación del atlas internacional de nubes. Según la autora, de las 174 figuras del atlas una treintena procedía del Servicio Catalán. Durante los años 30 Patxot hacerse cargo de la impresión de las planchas de las nubes del IMO a raíz de la crisis de esta institución.

Al final de la guerra civil española, en 1939, se interrumpe el trabajo de Patxot, ya que se hace un robo de todo el material y de todos sus trabajos, y todo el material sustraído se deposita en Noruega.