Cambio climático, calentamiento global, y medio hemisferio norte muriéndose de frío por los temporales de nieve que se están desarrollando estos días. En este contexto es normal que gente poco informada e interesada diga eso de que el cambio climático es un cuento y que estos fríos no hacen sino confirmar que no existe. Hace unos años, con menos análisis y datos podía colar. Pero ahora a esta gente el argumento se le vuelve en contra, porque ocurre todo lo contrario. Que haga estos fríos intensos en América del Norte o en Eurasia es una consecuencia del proceso de calentamiento climático que vivimos desde hace unas décadas. Un grupo de investigadores de universidades americanas y europeas acaban de publicar un trabajo en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana, donde ponen de manifiesto que el calentamiento de latitudes medias y altas, en el hemisferio norte, está ocasionando una disminución media en la velocidad del denominado «vórtice polar» o lo que es lo mismo, la corriente en chorro ártica, lo que se manifiesta en una frecuencia mayor de ondulaciones en esta corriente de vientos de latitudes medias y altas y, como consecuencia, expansiones más frecuentes de la masa de aire ártica (marítima y continental) en este espacio sinóptico.

En definitiva, estamos ante un proceso de reajuste de balance energético regional con expansiones más frecuentes en invierno de masas de aire muy frías hacia latitudes medias. De ahí que puedan ocurrir, por supuesto, estas oleadas de frío intenso que originan caos en el funcionamiento normal de las sociedades americanas y europeas y, lo peor, provocan víctimas humanas. Con ello también se relacionaría la mayor frecuencia, en la última década, de los llamados ciclones explosivos (ciclogénesis explosiva) en el Atlántico norte que barren el espacio geográfico europeo, generando vendavales enérgicos y dañinos. Una atmósfera más cálida supone movimientos de masas de aire más bruscos y constantes, esto es, cambios de tiempo más radicales. Aquí, en el mediterráneo hemos pasado del casi verano de hace unos días al invierno crudo de las últimas horas. Pero no, no hay cambio climático, que va...