Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Voro estuvo en el origen de todo

Ahora que está donde más le gusta, en un segundo plano, cabe ponderar la figura de Voro, el origen de todo.

El fútbol es tan caprichoso como para que un delantero sin gol durante más de un año, la rompa con tres tantos, dos de ellos de gran belleza en su primer partido de titular: Vietto.

Los tópicos cabe revisarlos a diario. Los sabios habían pronosticado de tres a cuatro temporadas para que un equipo azotado por una profunda crisis volviera a estar en zona de Champions. A Marcelino le ha bastado medio curso. Él tampoco podría haberlo vaticinado. Del mismo modo que parecía imposible fallar en todos los fichajes, como ocurrió en las dos campañas anteriores, también es ahora una rareza haber acertado en todos. Los futbolistas quieren jugar en el VCF.

Cuando Voro acudió al rescate por enésima vez, hace justo un año, la mayoría de los jugadores quería marcharse de Mestalla y los augures anunciaban cada día que el dueño, Peter Lim, estaba a punto de abandonar el club, dejándolo en la estacada. Los negocios privados de Lim eran ruinosos, el magnate era un poco menos rico cada día, y muchos seguían la estela del «cuanto peor, mejor».

Voro mantuvo a flote la nave en semejante ambiente autodestructivo. Sentó las bases con la autoestima de la cantera (Carlos Soler y Lato) y anotó cómo debería purificarse el vestuario (Diego Alves y Enzo Pérez). También apuntó qué entrenador convenía: Marcelino. Todo partió del escepticismo que le provoca un juego tan veleidoso como el fútbol.

Compartir el artículo

stats