Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Roures ofrece el último pañuelo

Les reconozco que se me han saltado las lágrimas viendo el documental del que voy a escribir. Eso no significa que me parezca ejemplar su ejecución, ni apropiada en este momento su emisión. Eso sí, siempre con su voluntad de entrar en la Historia, Jaume Roures no podía dejar de tener los derechos televisivos de la embriaguez sentimental que para los independentistas y para cualquier observador con un mínimo de empatía supuso el 1 de octubre. Ahora que después de tanta épica de resistencia ha llegado la retirada, lenta y parsimoniosa, como una canción de cuna, ahí aparece el productor más desconcertante, siniestro a la par que brillante, para echar combustible a la causa y ofrecer el último motivo de lágrima sincera a los nostálgicos, gracias a un documental totalmente parcial y verídico totalmente, que ha destrozado audímetros en Catalunya y que ha cerrado las puertas a una renegociación de la deuda de TV-3 con Hacienda.

Advertía el filósofo Sun Ztu en «El arte de la guerra» que había utilizar las salvajadas del adversario, y mantenerlas en las retinas de la ciudadanía como hoguera que escalfe, retroalimente y refuerce el sentimiento de las víctimas. El atropello, bien manejado, se transforma para la causa en combustible. Y la acción del agresor se vuelve contra él de forma inevitable. En este sentido, ha sido impecable el trabajo que han elaborado conjuntamente alguien de origen comunista como Roures junto con el director Lluís Arcarazo.

La narración de los hechos no es neutral, ni lo pretende. De hecho, incluso hay un instante en el que reconocemos al director, Arcarazo, en las imágenes, en la puerta de un colegio electoral, en un cameo hitchkokiano. Se trata de 50 minutos intensos. Un retrato-síntesis de aquella jornada en la que brillaron las porras contra una ciudadanía que pretendía colocar una papeleta en una urna. En resumen, aquí siempre ganan y pierden los mismos. El productor se llevará la pasta al exhibir internacionalmente la película, la ciudadanía aún más rota y dividida, mientras todavía estamos a la espera de que el responsable de aquel salvaje operativo sea destituido. Por supuesto, Roures seguirá negociando otro tipo de contenidos para las televisiones controladas por Rajoy y brindando con él por el éxito de esta coproducción.

Compartir el artículo

stats