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Convalecencia

Con media población convaleciente, es fácil encontrarte con alguien que te cuente lo terrible de la gripe en su ser. Mientras piensas que no me toque a mí por favor, escuchas el testimonio de quien hace dos días sufría el delirio de una fiebre, que le obligaba a volver a casa de su madre, para recibir esos cuidados que muchos añoramos siendo adultos.

Cuando el virus de la gripe me invadía, despertaba con el desayuno en la cama: Tostadas, zumo de naranja recién exprimido, la dosis farmacéutica correspondiente, termómetro y todo el cariño de quien te pone la mano en la cabeza para conocer los grados de padecimiento. Ese día era un poco fiesta, sin apenas salir de la habitación, sin clase y con la tele de compañía.

El que me cuenta su gripe, desde hace tiempo independiente, volvió un poco a EGB, con su madre de enfermera. Él, a cambio, tuvo que tragarse todo los programas de género marujil que consume su progenitora y que alimentan la parrilla de cualquier día laboral. Después de la telexpericencia como hijo paciente, llegó a la conclusión que quien los sigue, desde el matinal de la mañana al informativo de la noche, recibe en masa una serie de inputs de la actualidad. Mantras en bucle que te dicen aquello que sucede, como si no pasara nada más. Así lo deciden: por la mañana AR y Susana, por la tarde «España Directo» o «Más Vale Tarde» y antes de despertar otra vez, Piqueras y compañía. Todos lanzan en común detalles escabrosos del suceso del momento que mejor no saber. Que Puigdemont es malo, muy malo, tanto que te hacen llegar a pensar que si lo nombras tres veces, puede que se te aparezca, como Beetlejuice. Que si usted no tiene unas cadenas en el maletero de su coche no es nadie en la vida. Y que si además no haces chascarrillos correspondientes, al respecto, cual chirigota con los amigos, no estás en la sociedad, y no te enterarás de la cantidad ingente de «whatsapps» absurdos relacionados con la actualidad. Que los centros de salud están colapsados y si como mi amigo, no te has vacunado de la gripe, prepárate para lo que te viene encima? A él le ha pasado, lo ha visto en la pantalla y hoy todavía se está recuperando.

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