Cierra uno de los establecimientos hosteleros con más solera de la zona, tras casi medio siglo de servicio dando de comer a las miles de personas que se han acercado por este local ya mítico. El desvío de la carretera N-344 a su paso por el pueblo, tras años de interminables obras, ha sido la causa. Las Eras se caracterizó siempre por un menú económico, de corte casero, muy bien elaborado con buenos productos y con un personal al frente del negocio como la familia Colom Muñoz (Fernando, padre e hijo) altamente cualificado, al igual que el personal que atendía la barra y las mesas, como cocineros y personal de limpieza. Todos ellos han hecho una labor ingente en el complicado mundo de la hostelería con una gran profesionalidad. Las Eras no era sólo el típico restaurante de carretera frecuentado por camioneros. Tenía algo especial; era diferente del resto y buena parte de este mérito ha sido el personal y el trabajo diario sirviendo comida de calidad a buen precio. Cerraba los sábados. Platos caseros como las lentejas, las alubias, el potaje de garbanzos, el gazpacho manchego, la sopa de ajo, las patatas a la riojana, la paella o la fideuà poblaban su carta. Sus postres, todos caseros, no tenían nada que envidiar a los mejores restaurantes triestrellados: crema catalana, tiramisú, natillas, tarta de chocolate o un delicioso tocino de cielo. Yo que he sido un cliente asiduo, quiero aprovechar estas líneas para agradecer a todo el personal, el trato que siempre me han dispensado, haciéndome sentir como en mi segunda casa.