Todavía no he visto El hilo invisible, película en torno a un imaginario modisto londinense que en los años 50 es el rey de la costura para las mujeres más sobresalientes de la alta sociedad internacional; un personaje que interpreta Daniel Day Lewis. Con nada menos que tres «Oscars» en su haber, el excelente actor británico es reconocido por la intensa preparación que dedica a sus papeles, entre los que recuerdo ahora su magnífica caracterización del presidente Lincoln. Para El hilo invisible confiesa haberse inspirado en Balenciaga, a quien por lo visto ha estudiado a fondo.
El cine se ha acercado varias veces a los creadores de moda no de ficción, sino de carne y hueso. Hace tres años se rodaron casi a la vez dos películas sobre Yves Saint Laurent. Una de ellas con su nombre por título, obtuvo el rechazo de Pierre Bergé, compañero y fiel legado del modisto. En cambio, Bergé dio su visto bueno a Saint Laurent, la otra película, dirigida por Bertrand Bonell, con Gaspar Ulice como Yves y Jerôme Renier interpretando al propio Bergé.
Más atención de los cineastas ha suscitado Chanel, cuya vida y obra han dado origen a cuatro películas. En 1981 Chanel solitaire tuvo a una actriz francesa muy popular en su país, Marie France Pisier, en el papel de la célebre Coco. Más adelante, en 2008, se rodó la miniserie inglesa Coco Chanel con Shirley MacLain a la cabeza. Y en 2009, una mujer, Anne Fontaine, dirigió Coco avant Chanel, basada en los comienzos de la diseñadora, convincentemente interpretada por Audrey Tatou.
Ese mismo año el director Jan Kounen se centraba en un periodo concreto de la modista y uno de sus ídolos: Coco Chanel & Igor Stravinsky.
Aparte de estos biopics, tuvieron éxito películas como Prêt-à-porter, en la que Robert Altman reunió, al lado de Sophia Loren y Marcello Mastroiani, un reparto deslumbrante. Y, más recientemente, en 2006, El diablo se viste de Prada, abordó un pretendido reflejo de la poderosa directora de Vogue, Anna Wintour encarnada por la siempre admirable Meryl Streep.
Volviendo a los autores de alta costura, no sé cuando podremos ver la película que, según parece, se estaba rodando sobre Alexander McQeen, y supongo que sí veremos pronto la dedicada a Versace, con nuestra laureada Penélope Cruz como Donatella. La moda y sus figuras son un objetivo cinematográfico muy atrayente con tantos factores, relaciones y caracteres, que no resulta fácil plasmar en un guion. De todas formas, siempre es sugerente su presencia en la pantalla. Propongo un juego: ¿a quién le gustaría, entre los nombres más relevantes de la costura, ver reflejado en una película?
