Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) llegaron hace unos días a un acuerdo sobre la propuesta de la Comisión de invertir 873 millones de euros en proyectos europeos de infraestructuras energéticas esenciales. La transición de Europa hacia una economía moderna y limpia es el objetivo de la Unión de la Energía. Ahora se está convirtiendo en la nueva realidad sobre el terreno al adaptar las infraestructuras europeas a las futuras necesidades energéticas. «Una interconexión adecuada de líneas eléctricas y gasoductos constituye la piedra angular de un mercado energético europeo integrado, basado en el principio de solidaridad», explican fuentes de la Comisión.

Así pues, el apoyo a 17 proyectos seleccionados en los sectores del gas y la electricidad pretende hacer más competitivo el sistema energético europeo, y «en última instancia, permitirá ofrecer energía más barata y segura a todos los consumidores europeos», destacan. Los fondos de la UE destinados a los proyectos elegidos proceden del Mecanismo Conectar Europa (MCE), el programa europeo de apoyo a las infraestructuras transeuropeas. De los 17 elegidos, ocho pertenecen al sector de la electricidad (con una ayuda de la UE de 680 millones de euros) y nueve al del gas (con un subsidio de 193 millones de euros). Los 17 proyectos se clasifican entre obras de construcción (4) y a estudios (13).