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Amparo Barbeta 01

No está bien generalizar

Los que insultan no me representan. Ni a mí, ni a la afición del Valencia. No está bien generalizar y, desde algunos sectores, cada día más se tiende a ello. Es lo fácil. Hay cafres que se esconden entre las faldas de la gran masa futbolera y desde ahí dan rienda suelta a su ira. Pero son los mínimos. Quizás por ello, y por como decía Ralph Waldo Emerson «cada minuto que estás cabreado, renuncias a sesenta segundos de paz mental», ayer perdí demasiados segundos al ver y escuchar cómo se generalizaba al hablar del comportamiento de la afición del Valencia en el partido contra el Barcelona. Señores y señoras, se equivocan. Si a la llegada a Mestalla se lanzaron botellas al autocar del Barça y a la salida, un objeto dañó una de las lunas del autocar, mejor hablar de vándalos.

Nada justifica estas actuaciones. Que se visualicen las cámaras, se descubra quién actuó así y, por el bien de todos, se le sancione. Que el ambiente, por todo lo que había en juego era tenso, es una obviedad, pero la familia de Piqué tampoco tiene ninguna culpa. Aunque parece que se ha vuelto a abrir la veda y más de uno va al fútbol a desfogarse, todo tiene un límite. Para todo.

Por el bien de todos los valencianistas, y para que no se nos tache de lo que no somos, el domingo contra el Levante UD comportémonos.

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