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Rajar

A los siete pecados capitales yo le añadiría uno más, tan frecuente y extendido en el ser social que no tiene nada de original. Tiene un poco de soberbia cuando se comete y mucho de envidia, pero creo que debería considerarse cómo género único en el ámbito de la infracción moral, dado su incontestable uso universal. Me refiero a la acción de hablar mal del prójimo, lo que se dice coloquialmente ´rajar´, sacar toda la bilis que uno lleva dentro y dirigirla hacia una persona.

Un banco ha hecho de esta vileza el argumento de un anuncio que últimamente no paro de ver en televisión. Gente que raja del vecino de al lado, de la cuñada o de quien le roba el wifi; personas que hablan mal de otras con la finalidad de contar las bondades de una cuenta corriente. Tremenda ironía que la publicidad sea precisamente de un banco, ese tipo de empresa financiera que se ha ganado a pulso las pocas palabras bonitas que ha recibido en la historia más reciente de este país. A eso le llamo yo cinismo hecho «spot».

En el arte de la reprobación, los hay analógicos, algunos rajan a la cara pero son muchos menos de los que lo hacen a la espalda, aunque a veces esta modalidad incluso se agradece, por aquello de que los ojos y el corazón a veces es mejor que no se encuentren. Después están los odiadores digitales que tan bien retrató «Salvados» el pasado domingo, aquellos que vomitan rabia y frustración públicamente, pero bajo el escudo cobarde del perfil falso. Son una lacra social y toda una oportunidad de negocio para el campo de la psicología.

La maldad verbal es un deporte nacional con muchísimos más aficionados que el fútbol, ya lo decía Fangoria en su canción «Criticar por criticar»: «la envidia es como un puñal a quién se lo voy a clavar». Siempre hay alguien a quien escupir lo malo que vive en mayor o menor medida dentro de cada ser. Pasa todos los días y no hay sentimiento judeocristiano que lo evite. De hecho, descargar a veces es bueno e incluso necesario, es como tomarse una copa, siempre con moderación. De rajar no hay que abusar porque está demostrado que el exceso de veneno es perjudicial para la salud y para la humanidad€

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