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Que pasen los machetes

Vienen cabalgando. Se les ve de lejos con el machete en la mano. Ese que lleva grabado tu nombre. Llegan en tropel. Son nuestros políticos con su forma habitual de solucionar los problemas: cargándolos a tu chepa. Sin saber qué máster hicieron para llegar a esta conclusión, los asuntos los resuelven prioritariamente inventando impuestos.

Ahí va el primero. Cuando el sistema público de pensiones no se sostiene, pues se le casca un impuesto a la banca, dice el PSOE. Para empezar, me pregunto por qué un impuesto a la banca y no a los parques temáticos, a las fruterías o a los cuidadores de focas. Y aunque no seré yo la defensora de unas entidades que se ensañaron con nosotros durante la crisis, es difícil tragarse su razonamiento.

Los socialistas, con el coro podemita detrás, aseguran que los españoles contribuyeron al rescate de la banca y que, por tanto, lo justo es que ahora la banca ayude a sostener las pensiones. Y dos piedras también. El rescate que estamos pagando corresponde en su mayoría a unas sociedades concretas: las cajas. Unas entidades manejadas precisamente por ellos, los políticos, y que con tanta precisión hundieron.

Si pretenden que la banca pague más impuestos por malvada, pues, si cuela, hasta me parece bien, pero si se trata de saldar cuentas pendientes que se pongan primeros en la fila los que causaron todo esto. Una falta de rigor y una exhibición de demagogia que culmina con dos aspectos más. El primero, que el impuesto supondría apenas el 10% del monumental déficit que tiene nuestro sistema de pensiones. Y el segundo, y más hiriente, deriva en que el sablazo se trasladaría a nosotros, los clientes. Como si ya fueran pocas las comisiones y gastos de gestión a los que nos tienen sometidos bajo el lema de pagar por respirar.

Pues nada, muchachada socialista, adelante con el machete. Aquí estamos hasta que la billetera aguante siempre que dejen hueco a otros tributos, los que esperan su turno en nombre del bien común. Como el de bebidas azucaradas ya implantado en Cataluña y en capilla en Canarias. Dicen que lo hacen por nuestra salud porque comer mal y ser unos gordos irresponsables se arregla con más impuestos y olé.

Mejor se preocuparan por elevar la formación sobre dietas saludables y por aumentar los salarios, que de eso comemos. Conocer que, a peor sueldo, peor alimentación y, finalmente, peor salud no requiere ser ningún lumbrera.

Pero como no hay dos sin tres, prepárense con la reforma del sistema de financiación autonómica. Se avecina una pelea a cara de perro entre las comunidades autónomas y el Gobierno central que acabará con la cesión de varios impuestos estatales. Y no porque el PP se sienta generoso. No. Cederán impuestos para que cada autonomía los suba, soporte el coste político y se busque la vida con su cartera de servicios esenciales.

Algo así como el machetazo final. Ese que te deja herido pero no te da la muerte para que puedas seguir contribuyendo cuando llegue el siguiente invento.

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