Parece que fue ayer cuando asistíamos en Morella al primer seminario político del nuevo Gobierno de la Generalitat, y con él nacía el compromiso inequívoco de situar a las personas en el centro de las prioridades políticas. Más tarde se sucedieron los seminarios de Torrevieja, Sagunt, Ademuz... y el último de Vinaròs-Benicarló, donde los protagonistas se felicitaron por haber conseguido «el 88 %» de sus promesas.

Pues bien, justo una semana después de la celebración de ese encuentro, la institución Alfons el Magnànim de la Diputación de Valencia publicaba sendas obras de análisis social de la realidad valenciana que reflejan una situación dramática. Los datos más sobresalientes del informe, que se recogieron en estas mismas páginas, indican que en la actualidad existen en la Comunitat 218.000 hogares en situación de extrema pobreza, lo que supone que 700.000 ciudadanos viven en pésimas condiciones. El estudio revela igualmente que en los últimos diecisiete años el presupuesto de protección social ha pasado del 3,6 % al 5,9 %, es decir, un vergonzoso incremento de 2,3 puntos. Y también que tan solo un 18 % de la población es atendida por los servicios sociales, que el nivel de eficacia de las prestaciones asistenciales es muy baja y que el nivel de vida de los valencianos ha caído un 24 % en los últimos siete años, con el agravante de que los más pobres son los que más se han empobrecido.

Estos datos, sonrojantes, deberían llevar a los responsables de políticas sociales a huir de triunfalismos. Sin embargo tropezamos a diario con noticias como la pretensión de subirle el sueldo a la directora del neonato À Punt, el gasto de más de un millón de euros destinados a cuatro nuevas subdirecciones generales al servicio del conseller Marzà, el pago de 10.000 eurazos mensuales de alquiler para la flamante Agencia Antifraude, dotada con casi 3 millones de presupuesto y en la que dos de cada tres empleados son jefes€.

Ya hemos cruzado el ecuador entre Vinaròs y el próximo seminario. En Vinaròs se marcaron diferentes objetivos, de entre los que cabe citar: plan de coeducación, reforma de la Constitución consensuada con otras comunidades con visión federalista, banca pública de la Generalitat, equiparación de las ayudas por violencia de género a las de terrorismo y revisión de protocolos, anteproyecto de ley de infancia y adolescencia, decreto de aplicación de la renta de inclusión, reversión del hospital de Alzira, Plan Estratégico de Emprendimiento€ Habrá que estar pendientes de las conclusiones y del porcentaje de cumplimiento en la gestión. O mejor, directamente, de la propaganda.