Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mundo está echado a perder

Mi abuela siempre decía, ante cualquier situación que se escapara a su razonamiento arcaico, o no tan añoso: «El mundo está echado a perder». Aa lo que mi madre le respondía: «El mundo no debe culpa, madre, es la gente la que está echada a perder». Luego, las dos mujeres suspiraban y seguían con sus quehaceres. Yo las observaba sin entender nada, hasta que fueron pasando los años y empecé a peinar canas y a percibir -con mi heredado razonamiento arcaico- que ciertamente hay algo que huele a podrido en Dinamarca. No sé si es el mundo o si es la gente que habita en él. Quizá cuando lean este artículo Cifuentes ya habrá explicado qué carajos pasó con su trabajo de fin de máster y el tema se quede longius tempus; aun así, la duda ya está sembrada.

En el fragor del alboroto de estos días me pregunto de qué nos sorprendemos si no es la primera -ni será la última- política que falsea o engorda su currículum. Antes ya mintieron Roldán, exdirector de la Guardia Civil; Juan Manuel Moreno Bonilla, candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía con el PP; Elena Valenciano, eurodiputada del PSOE; Tomás Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social con el PP; Joanna Ortega, vicepresidenta del Gobierno catalán (Unió Democrática); y hasta el mismísimo Puigdemont. Como ven, el pan de cada día en nuestro país. Todos ellos han dicho tener una carrera o un máster que no existía. Todos han alardeado, cual pavo real presumiendo de cola, de poseer una formación exquisita cuando el tiempo -sabio en poner a cada uno en su lugar- les ha ido quitando los títulos.

Lo que me molesta de todo esto no es que mientan, porque a eso ya está uno acostumbrado, ya tenemos callos en el asombro y hemos asumido estoicamente que estamos gobernados por una panda de borricos, con perdón al animal. Lo que me molesta sobremanera es que luego nosotros, los de a pie, los que no cobramos siete mil euros al mes más dietas, los que sí que tenemos carrera -y en ocasiones dos- y máster -por duplicado también- lo tengamos tan jodido para acceder a un puesto de trabajo. Necesitamos una carrera, un máster, un B2 en inglés y hasta un doctorado para terminar en el McDonald´s. Sí, señores, McDonald´s es una de las empresas con la plantilla más culta del mundo.

Y luego nuestro queridísimo presidente es incapaz de conjugar el verbo to be y evita ir -por octavo año consecutivo- al Foro Económico Mundial de Davos. Las malas lenguas dicen que porque no sabe inglés y yo añado que tampoco matemáticas, para muestra un botón con la economía de España. Luego están los que afirman que es un gran estadista... En fin, no sé si me hago vieja o las costuras del hartazgo se despuntan cada vez que me acuerdo de mi abuela y de su refrán. ¡Ay, abuela!, qué gran visionaria fuiste siempre, el mundo está echado a perder y no hay quien lo arregle.

Compartir el artículo

stats