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Maite Mercado

Viernes negro

No ha caído la bolsa de Nueva York ni es día de consumir sin sentido. Los viernes serán negros en RTVE mientras la tele, la radio y la web «continúen secuestradas por parte del Partido Popular», protestan trabajadoras de la Corporación. Presentadoras, redactoras y corresponsales vestirán de riguroso luto por la imparcialidad y falta de independencia de los informativos. A ellas se unirán muchos de sus compañeros.

El viernes pasado comenzaban después de que el jueves por la tarde el PP bloqueara, de nuevo, la puesta en marcha del sistema de elección por concurso público del nuevo presidente de RTVE. Los populares incumplieron su palabra de comenzar el trámite una vez alcanzado un acuerdo entre todos los partidos de la oposición. Las @MujeresRTVE, aprovechando la fuerza y la cohesión creada el pasado 8 de marzo, se incorporan como colectivo a las reivindicaciones del Consejo de Informativos para denunciar cómo se manipula a diario en el ente público. Sus tuits se han convertido en un verdadero curso de lo que no debe hacerse en ningún medio, menos en el que pretende ser de todos, con el dinero de todos. Los que nos dedicamos a la enseñanza del Periodismo y realizamos ese tipo de análisis críticos en clase, nos hemos encontrado con esta valiosa ayuda desde dentro. Muchas de estas prácticas habituales en la redacción que socavan la calidad, la independencia y la pluralidad han sido señaladas ya en los gruesos informes que presenta trimestralmente el CdI pero adquieren mayor impacto al ser contadas en primera persona por las periodistas que las sufren.

En #AsíSeManipula puede leerse cómo Mariano Rajoy no puede salir con imputados, cómo no se abordan temas como la pobreza energética ni se menciona que España es el país con más paro juvenil de la OCDE, ni se llama 'La Roja' a la Selección Española de Fútbol. O «cuando te obligan a cerrar los vídeos, por sistema, con la versión del Gobierno o a contar un tema silenciando a una de las partes, te niegas y lo hace otra persona». A muchos les recuerdan directrices similares que circulaban en la desaparecida Canal 9 cuando solo podía verse el lado del bueno del presidente.

En RTVE no se callan, están hartas y quieren hacerse oír: «No somos cómplices y nos negamos a aceptarlo». Y mientras, en los telediarios seguimos con los sucesos, Alfred y Amaia en Eurovisión y la promoción de programas de entretenimiento. Queda el boicot. Dejemos de verlos. Más todavía.

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