Desde hace unos días están apareciendo algunos artículos de opinión en los cuales y siempre presuntamente, se ofrece una versión del ocio como salvaguarda de la economía de un modelo de ciudad que pretenden solo aquellas personas que desean hacer caja en sus negocios, normalmente a costa de pagar sueldos de miseria y cotizaciones mínimas o personas que quieren vivir la noche sin preocuparles en absoluto el derecho al descanso del resto de la población.

València no merece ese modelo de ciudad, creemos que nuestra ciudad tiene otro futuro más inteligente y los barrios de la ciudad no merecen que se nos trate a los vecinos y vecinas como monedas de cambio de usar y tirar.

La gentrificación de los barrios es un mal endémico que debemos combatir con todas nuestras fuerzas, el modelo de ciudad del ocio a que nos quieren llevar encarece el nivel de vida y hace imposible vivir a muchas personas que no pueden con sus pensiones o sueldos indignos vivir en los barrios donde han nacido.

No hay que vivir solo la noche, hay que sobrevivir a ella, no importa el derecho al descanso, no importan las personas mayores que tienen que «comer ansiolíticos» para poder conciliar el sueño; no importa que los más jóvenes no puedan descansar y no importa que los trabajadores activos puedan recuperar sus fuerzas con el descanso necesario.

Lo que les importa a los que llaman a vivir la noche es solo su negocio, sin ningún miramiento en el daño que puedan causar al resto de seres humanos, lo que se llama «hacer caja», o aquellas otras personas que viviendo en zonas alejadas de la ciudad para disfrutar de la calma y silencio de la noche, se quejen de que cuando vienen a la ciudad no tengan horas suficientes para divertirse y que no entienden que las terrazas se cierren y que no puedan aparcar donde les apetezca, o aquellas otras personas que alquilan pisos turísticos sin importarles el comportamiento de sus moradores.

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de València y desde muchas asociaciones vecinales de todos los barrios de la ciudad venimos trabajando para que se acaben los abusos, nos ha costado mucho trabajo que el ayuntamiento comprenda que debemos tener razón y aplaudimos todos los pasos que se están dando por el descanso.

Turismo sí, regularizado; terrazas sí, regularizadas; ocio sí, regularizado. València ni debe ni puede ser la ciudad del abuso de la juerga descontrolada. Los erasmus eligen nuestra ciudad por la diversión asegurada, tenemos que voltear esta situación, mientras no consigamos que elijan nuestra ciudad porque en ella se encuentren las mejores universidades públicas y les ofrezcan las mejores enseñanzas no habremos ganado esta batalla.

Debemos cambiar los hábitos, las 24 horas es la hora idónea para permitir el derecho al descanso, y que nadie se rasgue las vestiduras, podría ser así de sencillo. Barrios más amables, más verdes, más seguros, más humanos, ese es el reto.