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Escribir libros

Les confío un sistema que yo mismo llevo usando algún tiempo, no mucho, soy de comprensión lenta. Si una historia que le ha llamado la atención, la cuenta a varias personas de distinto nivel educativo y preferencias y observa en sus ojos el mismo brillo de interés que creyó ver en su propia mirada, hay muchas posibilidades de que la historia sea buena. Incluso de que dé dinero. Eso me ha ocurrido hace poco con La novel·la de Sant Jordi, un libro de Màrius Serra, ameno y bien construido y que incluye una crítica nada sangrienta (pese a los asesinatos) del mundillo literario barcelonés. Serra y su compadre Oriol Comas forman parte del ala lúdica de la cultureta. Jugar nos recuerda algo básico: cualquier cosa antes que tomarnos en serio.

La novela que cito parte de una idea estupenda, pero quizás se quede a mitad de camino por alargarlo. O es que yo pido demasiado. El caso es que nunca debió confundirse el libro con la literatura. El libro es un instrumento transversal: también sirve para conocer el reglamento de fútbol, seguir un cursillo de submarinismo o aprender las posturas básicas del yoga. Para contar aventuras sin llamar la atención de los departamentos de literatura. Para conocer un poco la historia de una nación remota -pongamos los caldeos- sin revolver legajos orientalistas, más de una vez he usado la novela histórica con ese propósito.

Habremos de plantearnos algún día por qué se escribe y publica tanto, descontado el hecho de que publicar se ha vuelto muy barato y que la concentración de medios y recursos en pocas manos, deja a la literatura (las armas y la clerecía ya no es lo que eran) como uno de los pocos terrenos en los que se puede hacer una carrera de honores como dios manda. De momento, yo ya he conseguido el título de Mejor Cliente de Manolo, el de la papelería. Eso sin contar la multiplicación innecesaria de los entes, que es el sentido mismo de la televisión privada, la cultura del súper y el cine. Lo raro del cine no es lo que tiene de espectáculo de barraca, sino que la barraca haya alumbrado algunas obras memorables.

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