Cada miércoles por la noche, La 1 lleva al espectador a la Sevilla de los años 20, en concreto a un internado de «señoritas». Lo hace con «La otra mirada», una serie que no destaca en los índices de audiencia y que «a priori» puede no «enganchar» pero que si se le da la oportunidad una no puede dejar de ver.
La trama esconde un misterio -un asesinato- que realmente no es lo que más seduce al espectador, aunque este puede que haya sido el reclamo de sus guionistas. Lo mejor de todo es que el crimen se olvida fácilmente y lo que de verdad gusta de esta ficción es el devenir de las «niñas» y las maestras que conviven en la escuela. Años 20, sí, pero si el observador fija bien la mirada verá que no hemos cambiado tanto. Quizás aún estemos en el proceso. La serie, protagonizada por Macarena García, Cecilia Freire o Patricia López Arnaiz muestra los problemas y preocupaciones de un grupo de mujeres de distintas edades que, pese a lo lejano en el tiempo que nos pueda parecer, aún vemos y sufrimos hoy en día. Si aún no se han rendido a «La otra mirada» les animo a que lo hagan antes de su decimotercer y último episodio.
Y hablando de miradas al pasado, aunque quizás más allá de los locos años 20. Estos días, con motivo del enlace -el pasado sábado- del príncipe Enrique de Inglaterra y la actriz Meghan Markle se han oído y leído los comentarios más absurdos y disparatados. El más preocupante de todos ha sido el de un conocido cronista real que se echaba las manos a la cabeza porque el príncipe se ha enamorado de una «mestiza» («sic»). Eso sí que es otra mirada, pero a la Edad Media, por lo menos.