La temperatura del interior de los edificios y de las viviendas unifamiliares no se mide en función sólo de la temperatura, sino de la altura del sol sobre el horizonte, de la cantidad de horas de sol, de la radiación solar diaria y de la velocidad del viento. Pero también varía en función del grado de aislamiento de los edificios y de la masa térmica.

En las ciudades las viviendas no se enfrían tanto en invierno como las viviendas aisladas del campo no sólo por efecto de la isla de calor sino por la mayor compacidad de las áreas urbanas, donde se produce una transmisión de calor entre las diferentes viviendas. En verano los áticos son más cálidos que las viviendas situadas más abajo, ya que reciben el impacto directo de la radiación solar, en cambio en invierno son más cálidos por la misma causa. Los edificios de una ciudad se enfrían más cuando tenemos días con viento que en otra ciudad sin viento y con idéntica temperatura, ya que el viento se filtra por las juntas de las ventanas. Por lo tanto es importante conocer la orientación de una casa, su clima, y ??la dirección del viento predominante a la hora de comprarla o alquilarla.

En climas cálidos es mejor la orientación este o sureste, porque la temperatura del aire no es muy alta, por la mañana, y el sol calienta menos la vivienda. En cambio en climas más fríos es preferible la orientación sur y oeste, por que el sol calienta más al mediodía y por la tarde.