El Mundial de la Paz mostró dos gestos de integración en este proceso de paz que, cogido con pinzas, caminando entre dificultades, quiere hacer camino. Más de doscientas familias procedentes de la periferia social colombiana, llegadas desde campamentos veredales donde sobreviven en condiciones infrahumanas, se acercaron a la llamada de la Fundacion José Luis López para unirse a una amplia representacion de las diferentes delegaciones deportivas.

Lideradas por varios de sus comandantes mas populares, se habló de paz y reconciliación, de la necesidad de que el gobierno cumpla con lo prometido. En Colombia solo el 7% de la población dispone del total de la tierra cultivada. Colombia es el tercer país con mayor desigualdad social.

Sobre esa estructura, cualquier acuerdo se antoja «complicado», nos dice un dirigente deportivo colombiano. Los propietarios de la tierra no quieren desprenderse de ella. Erradicar el cultivo más rentable no parece ruta facil.

Bailes, abrazos, saludos que intentan romper un distancia entre la sociedad y los «perseguidos». Otro colombiano que está en la fiesta a pesar de perder a su madre en un ataque de las Farc, dice hacerlo por pura necesidad de paz personal.

«Prefiero el perdón y la reconciliación para que ningún otro colombiano sufra lo que mis hermanas y yo hemos sufrido creciendo sin ella». Braulio Salcedo, huérfano de madre, saluda al comandante guerrillero y afirma emocionado. «Este es el primer acto de integración social auténtico que ustedes, José Luis López y la Confederación Internacional de Pelota a Mano (Cijb) han hecho posible». Braulio ha acceptado la propuesta de ser miembro de la comisión directiva de la Cijb.

El mecenas valenciano José Luis López tiene palabras de ánimo al proceso de paz. Con voz entrecortada recuerda que la paz necesita de justicia.

Unir en la diversidad

La fiesta es amenizada por una orquesta que interpreta canciones latinas y, mientras unos bailan, algunas madres dan de mamar a unos hijos para los que esperan una vida mejor. Muchas de ellas nunca habían pisado una ciudad ni conocían lo que era hospedarse en un hotel. Lo han hecho gracias al mecenas valenciano y a la Cijb que hace honor a su lema de unir en la diversitat.