Municipio de la comarca castellonense del Alto Mijares, ubicado concretamente en el valle del río homónimo, afluente por la derecha del río Mijares. Su término municipal ocupa 23,8 km2, y se halla atravesado por el río Montán, que nace en la sierra de Montalgrao. El río discurre con dirección noreste, circula por las proximidades del pueblo, y recibe varios barrancos del término: Moscador, Pinar y la Boscaja; y desemboca en el Mijares en el término de Montanejos.

Montán linda con varios términos municipales: Montanejos y Cirat, se hallan en el norte; Torralba, en el este; Higueras y Caudiel, en el sur; y Fuente la Reina, en el oeste.

Se trata de un territorio abrupto, accidentado por la presencia de varias elevaciones que superan los 1.000 m.s.n.m. en la parte suroccidental como el Pico de Calacierto, y la Peña Blanca; y en el noreste, como el vértice de Borray (849 m).

Vista del pueblo con el Convento de los monjes Servitas Miguel Lorenzo

Como en otros municipios del entorno son abundantes las fuentes y los manantiales, repartidos por el pueblo y el resto del territorio, como las fuentes de La Losa, el Vergel o la Tejería.

Montán se caracteriza por un clima mediterráneo continental, debido a su altitud media, a la distancia de la costa y por el efecto pantalla de los relieves existentes. La media térmica estival es de 22 grados C, mientras que en invierno, en torno a 5 grados C. Las precipitaciones medias alcanzan los 500 mm.

Antecedentes históricos y despoblación

Hay restos del Bronce, pero destaca de la cultura íbera el poblado del Monte Calvario. También ha habido hallazgos del período romano, como una lápida funeraria romana.

En Montán, de origen musulmán, existió un castillo que era lugar estratégico para ese entorno territorial. Fue conquistado por los cristianos en 1239, y donado por Jaime I a Pedro Ximénez de Valterra. Se mantuvo la población musulmana hasta 1609, con la expulsión de los moriscos, cuando había un centenar de familias. Repoblado por colonos cristianos, a mediados del siglo XVII había una treintena de familias, y a principios del siglo XVIII, sesenta. A mediados del siglo XVIII había unos 1.000 habitantes, y a mediados del siglo XIX, unos 1.400.

Iglesia de San Bernardo Miguel Lorenzo

Desde entonces la población ha experimentado una continua reducción. En 1900 había 1.180; en 1930, 887; y en 1950, 795. En 1970 el medio millar, concretamente, 520; en 1991, 365. Desde entonces ha fluctuado: en 2004, 330; en 2010, 443; y en 2021, 365. 

Una economía tradicional, la agricultura

Señalaba Cavanilles (1797) que «Se aumenta el cultivo en el término de Montán, y se ven dilatados viñedos, alternando con sembrados, y en las lomas gran número de higueras. A estos campos sin riego se suceden en las cercanías de Montán hermosas huertas en las cañadas que dexan los montes ó los cerros, y en ellas crecen nogales, cerezos, moreras, maices, etc». Hoy se encuentra cultivada menos del 10% de la superficie del término, debido a lo accidentado del relieve y al abandono de tierras debido al éxodo rural. El regadío tradicional ocupa menos de 25 hectáreas, irrigadas por el manantial de Las Fuentes y otras fuentes. Se trata de un sistema de acequias que dibuja un paisaje abancalado siguiendo el valle del río Montán. En el secano se cultiva el almendro (150 Ha) y el olivo (120 Ha), principalmente.

Plaza de los Servitas Miguel Lorenzo

Durante los últimos años se ha ido desarrollando la actividad turística, nutrida en particular por veraneantes de Valencia.

El pueblo y su patrimonio cultural

Montán se encuentra en la margen izquierda del río, ocupando la ladera del Calvario, a la altura del barranco del Pinar, el cual divide el núcleo de población en dos sectores. El más antiguo y extenso se halla entre la confluencia del río Montán y el barranco del Pinar. Se trata de un sector de calles estrechas, y en donde se encuentra la Iglesia parroquial de San Bernardo (1730-1735). En este sector se encuentra como referencias urbanísticas las plazas del Ayuntamiento, de la Virgen de los Dolores, y del Conde de Valtierra, y la calle Puente, que facilita el acceso al pueblo desde la carretera CV-195. El segundo sector del pueblo de Montán se halla en el norte, en la margen izquierda del barranco. En este sector destaca el antiguo Convento de los Servitas, antiguos monjes de la Provenza francesa, convertido en viviendas. Se conserva la portada de entrada al claustro y la iglesia conventual de tres naves, de estilo postbarroco.

Del antiguo castillo de Montán sólo permanecen algunos restos de las antiguas murallas, que a veces se confunden con el propio callejero del pueblo: calle del Castillo, calle Bajo Castillo, calle San Isidro, o calle del Lavadero. Está reconocido como Bien de Interés Cultural.

Pozo de las palomas Miguel Lorenzo

El patrimonio cultural de Montán se completa con dos Bienes de Relevancia Local (BRL), el Convento de los Padres Servitas, y la Iglesia Parroquial de San Bernardo. Tiene reconocido una Cueva de interés geológico, la de Cirat. Su término municipal forma parte de dos Lugares de Importancia Comunitaria -LIC-, el del Curso Alto del río Mijares, que se extiende por 17 municipios castellonenses, en una superficie de 10.067 hectáreas, y la Sierra de Espadán, que ocupa unas 31.020 hectáreas, en 23 municipios.

Montán es un territorio ideal para practicar el senderismo. El sendero GR-7 discurre por Montán, en el tramo de Villahermosa del Río, Montanejos, por el norte, y Arteas de Abajo y Bejís, por el sur. De la misma manera se dispone del sendero GR-36, entre La Villavella y Montanejos. Discurre por la Plana Baixa, el Alto Palancia y el Alto Mijares, con un recorrido de 63,5 kilómetros, y permite recorrer los términos de Torralba del Pinar, Cirat, Montán y Montanejos.

El Ayuntamiento de Montán recomienda otras dos rutas de interés cultural: la ‘Ruta del Agua’, que permite descubrir varias de sus fuentes más significativas, como la del Plano, Felicia, La Tejería, o la Fuente Amarilla; y la ‘Ruta Urbana’, que transcurre por el núcleo urbano, y permite la visita de la Fuente de la Losa, la Fuente de la Replaceta del Molino, la Fuente de los 15 Caños… y el castillo y el barrio de Santa Ana.

En definitiva, cuando se visita Montán y su término, llama la atención el protagonismo de su patrimonio, cultural y natural, y en particular el relacionado con el agua. Fuentes y manantiales, más de una treintena, se intercalan en numerosos barrancos caracterizados por una vegetación frondosa por la abundancia del recurso hídrico. Cascadas, pozas, cuevas cársticas… se suceden en este territorio singular de la Sierra de Espadán, configurando paisajes atractivos, valiosos. 

Paso a paso

Montán