E.V.P., Xàbia

Especialmente, el fuego se convirtió durante la cremà dels focs de Sant Joan en el protagonista y símbolo de la llegada de la nueva estación con el solsticio de verano.

Tal y como se iba acercando la medianoche el fuego iba resonando en el centro histórico de Xàbia cada vez más continuadamente en forma de cohete de aviso. A las doce de la noche -con el cambio de itinerario obligado por las obras- se encendía puntual la primera hoguera en el inicio de la Ronda Norte. La peña de l´Escaldà, emblemática organizadora del acto, terminó de preparar les faves torrades y arrancaron el trayecto que culminaría en la calle del Raval de Baix.

Fue entonces cuando la leyenda cobró vida. Centenares de personas, grandes y pequeños, se colocaron la corona de guirnaldas y tras el sonido de los grupos de dolçaines i tabalets saltaron todos los fuegos que se encontraron en el camino.

La Regina, Inés Sivera, junto a sus damas, Inés Bautista y Beatriz Díaz, la Regina Infantil, Carla Vallés, y los presidentes de la Comisió de Quintos, Lucia Català y Jaime Buigues encabezaron el desfile. Junto a ellos, el alcalde, Eduardo Monfort, y el edil de fiestas, Vicent Chorro, prendieron fuego y saltaron valientemente cada foc. Tras ellos, una avalancha de jóvenes que no se querían perder el ritual atravesaban las llamas.

Finalmente, todos confluyeron en la Foguera dels Trastos Vells. Allí y con el espíritu de renovación, Inés Sivera encendió la traca que rodeó el montón de muebles viejos que fue cubierto por las coronas. Tras un detalle de fuegos artificiales, comenzó a sonar el himno xabienc de Fogueres y la hoguera fue rodeada por las llamas. Entonces entró en juego el agua de los bomberos que calmaron los ánimos.

Pero tras la quema que dejó atrás la primavera, y daba inició a una de las noches más cortas del año, la luz del fuego reapareció en forma de correfocs. Un espectacular chorro de chispas de colores y formas se dirigió desde el Portal del Clot hasta el Buit seguido por centenares de personas que hicieron frente a la espectacular puesta en escena de los demonios de Xarxa Teatre. La apoteosis final llegó en la plaça de la Constitució.