­El lenguaje humano permite vestir la realidad al antojo de la persona. Algunos lingüistas, como el norteamericano George Lakoff, estudian cómo el discurso político construye marcos que crean realidades para condicionar a la opinión pública. Muchas veces, la mayoría, consiguen atraerse la confianza de los electores con sus palabras. Pero esas palabras deben ser refrendadas con los hechos, de lo contrario, el peso de la evidencia acaba destruyendo esa realidad. Esta situación es aplicable a las últimas polémicas relacionadas con el prometido parque de ocio Mundo Ilusión. Ayer, el vicepresidente primero del Consell y presidente de la sociedad promotora del proyecto, Vicente Rambla, aseguró que el parque temático está «vivo y con vocación de ser llevado a la práctica». Estas declaraciones chocan con la evidencia, siempre aplastante, del dinero. Y es que los presupuestos de la Generalitat para 2010 no contemplan ni un solo euros para Mundo Ilusión. Es más, tras ser aparcado hace unos meses, en las cuentas del año que viene la Generalitat ha anunciado la disolución de la sociedad.

Como ya publicó este periódico, después de siete años de presentarse el proyecto y de varios estudios de viabilidad, el Consell ha iniciado el desmantelamiento de Mundo Ilusión pese a las quejas y los desaires del presidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra. Prueba de ello es que en la partida de la Sociedad proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana, ente dependiente de a Generalitat que debe desarrollar el parque de ocio, sólo se prevé «la supervisión y control de las obligaciones mercantiles, fiscales y jurídicas de la mercantil Centro de Ocio Mundo Ilusión» y sin asignarle una partida. Además, el que fuera director general del proyecto, Ignacio Soria, ha sido recolocado en Vicasdi, la inmobiliaria de la diputación provincial.

No contrariar a Fabra

Pese a ser evidente el desmantelamiento de la sociedad, Rambla no quiso contradecir a Fabra, muy molesto con la situación, pero le insinuó cual puede ser la excusa que le den para que acepte el abandono del proyecto. Su ejecución «depende previamente de la definición de otros proyectos urbanísticos que están en este momento en fase de evolución y de desarrollo», explicó. Además, justificó que la Generalitat no puede desarrollar el proyecto «por razones obvias».

Según anunció ayer en la rueda de prensa el propio Rambla, esta semana se debe reunir con Carlos Fabra para valorar los presupuestos aunque seguro que el tema central de las conversaciones será el parque temático Mundo Ilusión. Fabra todavía «no se cree» que le vayan a desmantelar su proyecto temático y Rambla le deberá explicar qué se hará definitivamente. Pero, pese a las declaraciones públicas de unos y de otros, las que sí que han hablado son las cuentas públicas.