­Los cuatro concejales del Partido Socialdemócrata en la Pobla de Benifassà, encabezados por el alcalde Víctor Gargallo, aprobaron ayer que en la Tinença, territorio declarado Parque Natural, se puedan construir 800 nuevas viviendas sobre una superficie de 76.000 m2 en torno a los cinco núcleos de población –Boixar, Fredes, Coratxar, la Pobla de Benifassà i Bellestar–.

El PP y PSPV se opusieron al documento presentado ya que se impidió votarlo por partes pese a que el nuevo concejal de Urbanismo de la Pobla de Benifassà, José Manuel Sansano –cabe recordar que su antecesor dimitió del cargo– aseguró que «todo» era «correcto». El equipo de gobierno se quedaba así solo en una iniciativa con profunda contestación social, que se escenificó en forma de protesta a las puertas del consistorio.

José Royo Riba, portavoz del PP confió en que el Consell no aprobara el planeamiento «porque se presenta en las condiciones idénticas a cuando fue rechazado. Hemos votado en contra porque hemos tenido informaciones de que podrían haber consecuencias penales para quienes aprueben este plan, entonces estamos de acuerdo en aprobarlo parcialmente pero hay un punto como es el SUR-3 en el que no estamos de acuerdo, como no nos han dejado votarlo por separado, hemos votado en contra», indicó.

Por su parte José Ramón Royo, portavoz del PSPV lamentó que el equipo de gobierno no haya hecho caso a las aportaciones de la oposición ni a las alegaciones presentadas. «Aquí no se ha modificado nada y hemos votado en contra, apostamos por una Tinença sin edificios, con un cierto desarrollo pero no como lo plantean, escondiéndonos alegaciones y escritos como el que aportó el edil dimisionario de Urbanismo en su último pleno», denunció el edil. Este hecho, la dimisión de José Juan Giner, fue muy remarcada por Royo: «si él que estaba en su partido y sabía más o menos cómo iban las cosas ha dimitido, nosotros que no sabemos de la misa la mitad no podemos estar nada seguros de lo que pasará».

Incluso el desaparecido conseller José Ramón García Antón apostó en su día por un desarrollo «muy reducido» y rehabilitaciones, sin «urbanizaciones ni hoteles».