Un aceite sensual para masajes con olor a melocotón dio el pistoletazo de salida al Tupper Sex, que el colectivo Unión Universitaria de la UJI organizó ayer con motivo del Día Europeo de la Salud Sexual. Una reunión, que contó con la presencia de 35 alumnos de la universidad, que decidieron durante dos horas conocer las últimas novedades en juguetes eróticos y cosmética afrodisíaca.

Un universo de artículos para favorecer el placer sexual, ya sea sólo o en pareja, que abarca un sinfín de utensilios, desde consoladores de última generación, que parecen más piezas de diseño y decoración, hasta pintura corporal de chocolate sin olvidar las bolas chinas o unas modernas esposas. Los allí presentes, mujeres en su mayoría –sólo había tres hombres– probaron diversos productos y pudieron tocar algunos de los artículos que la empresa encargada de organizar el Tupper Sex llevó hasta una de las aulas de la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales de la UJI.

Según la presidenta de Unión Universitaria, Julia Lluch, «el objetivo de esta actividad es eliminar los prejuicios sexuales, porque a veces todavía resulta un tema intocable». Lluch señaló la buena acogida que ha tenido el Tupper Sex, «ya que las 35 plazas se cubrieron enseguida y hay gente que se ha quedado sin poder venir».

Aunque el aforo era principalmente femenino, los hombres también están interesados por estos temas, «pero hablamos menos que las mujeres con los amigos sobre esto y si lo hacemos somos más bestias», señaló Paco, estudiante de Ingeniería Mecánica, quien esperaba «aprender algo nuevo». A su lado, estaban Rebeca, Laila y Teresa, que se preparaban «para pasar el rato y distraernos». Laila aseguró que sentía curiosidad por saber que se hacía en un Tupper Sex, mientras entre risas confesó que entre las amigas y compañeras «siempre acabamos hablando de sexo».

En cuanto a la información sexual recibida, Teresa aseguró que ahora los jóvenes tienen más información sobre este tema, «aunque siguen siendo las amigas las principales confidentes y consejeras».

En la última fila, estaban Clara y Natalia que han decidido, después de sus clases de Química, pasar la tarde de un modo diferente, «pero no vamos a comprar nada porque no llevamos dinero, a no ser que acepten tarjeta».

Este tipo de reuniones son gratuitas y la gente que asiste puede decidir si compra o no algún artículos de los que se venden. La mayoría termina por llevarse a casa algún producto. Los sexólogos aconsejan utilizar juguetes sexuales para innovar en las relaciones de pareja o para lograr el placer de forma individual.