Bombas Gens es un oasis. En menos de un año, se abrió el 7 de julio de 2017, la antigua fábrica de maquinaria hidráulica de la avenida de Burjassot se ha convertido en un centro de arte de referencia, en un mes se abrirá el local para chicos en exclusión y además impulsa la investigación de enfermedades raras, con atención especial a la de Wilson. Las tres áreas de la Fundació per Amor a l´Art que preside el empresario José Luis Soler y dirige Susana Lloret.

Centre d´Art Bombas Gens es el premio Importante de Cultura de Levante-EMV, que recogerá mañana Susana Lloret en el Palau de la Música, donde se celebra a partir de las 19.30 la gala de entrega de los galardones anuales. «Los premios dan un poco de vértigo», confiesa la directora de la Fundació per Amor a l´Art, pero al mismo tiempo «son un reconocimiento al trabajo bien hecho». Lloret destaca que «hay 25 personas empujando» cada día el proyecto, «pero también tengo muy presente al presidente de todo este proyecto, que pone el motor para que todo esto tire adelante».

La rehabilitada fábrica diseñada por Cayetano Borso di Carminati en 1930 mantiene esa luz mediterránea que la convierte en faro de proyectos artísticos y solidarios. «Un premio te impulsa a seguir manteniendo el mismo nivel de excelencia, o incluso más», sostiene Lloret.

P ¿Bombas Gens es el sueño hecho realidad?

R Sí, pero si digo la verdad, supera al sueño.

P ¿Por qué?

R Nunca calculas lo que vas a recibir de la gente. No lo puedes saber. Haces las cosas porque te nacen hacia fuera.

P ¿Quiere decir que no esperaban tanto retorno positivo?

R Hay muchos niveles, pero a nivel profesional estamos teniendo un reconocimiento importante.

P ¿Y a nivel personal?

R También. Hay personas que te paran, o en las redes, y te dicen lo agradecidas que están. También hablo del resultado. Me doy un paseo por las naves, el jardín, el patio, y todavía me quedo sorprendida.

P A punto de cumplir el primer aniversario, ¿el proyecto de Bombas Gens está consolidado?

R Cada nueva exposición es una nueva apuesta, tanto de la colección permanente, como de las muestras temporales. Son ciclos, uno detrás de otro. Hay que decir que Nuria Enguita [directora del centro de arte] hace una maravillosa interpretación de nuestra colección para que tenga un discurso. Pero hay más cosas.

P Cuente.

R El centro de día, el Centre Jove, se pone en marcha en junio. Justo en el momento preciso, como tantas cosas que han pasado en este proyecto, cuando los centros educativos cierran.

P ¿Para cuántas plazas?

R Con 36 plazas, en régimen de centro de día, pero además disponemos de la capacidad de desplazar nuestro personal a los centros educativos para hacer talleres con los chavales. Además haremos talleres abiertos a chicos que no tienen riesgo de exclusión. Como ya pasa en los talleres de danza urbana.

P La tercera área del proyecto es la investigación de enfermedades raras.

R Ahí el modelo es diferente. Hay excelentes investigadores con infraestructuras y talento que necesitan recursos. Hemos aunado esfuerzos. La fundación se presenta para compartir de forma inteligente, lo que significa colaborar, y eso lo hacemos en todos los terrenos, pero además en ese especialmente, colaborar con centros de investigación de prestigio. Ponemos recursos o contratamos a investigadores para que puedan hacer ese trabajo.

P ¿La clave del éxito para tan gran despegue?

R La clave es un buen equipo, que cada uno aporte lo mejor que tiene. Así el proyecto llega muy lejos.

P ¿Cómo entiende el mecenazgo?

R Esa palabra no me gusta porque suena fuera de tiempo.

P Todo el mundo la entiende.

R Poner una parte de tus recursos al servicio de proyectos públicos, originariamente al arte, pero hoy en día se ha abierto el ángulo, y en nuestro caso también es de tipo social, de beneficios para otros.

P ¿Es consciente que Bombas ha reactivado la vida cultural en València?

R A estas alturas, sí. No era ese uno de los objetivos cuando empezamos, pero ha sido una de las consecuencias.

P ¿Ha señalado la senda para otros mecenas?

R Ojalá, pero nosotros hemos seguido la senda que otros impulsaron antes. No sé si va a generar más mecenazgo, pero sí que el que hay sea más público. Hay más mecenazgo del que se ve.

P ¿Por qué no cobran entradas?

R ¿Cómo vamos a acercar el arte al público si cobramos entrada?

P ¿Por eso Bombas Gens es tan visitada?

R La filosofía de este proyecto es que el arte se ponga al servicio público y gratuito para que cualquiera se acerque.

P La rehabilitación de la fábrica ha sido multipremiada. ¿El reto es dar continuidad al proyecto?

R Tengo toda la confianza del mundo en Vicente Todolí, que dirige el área de arte y el desarrollo de la colección, y en Nuria Enguita que estudian las diferentes exposiciones.

P Por amor al arte se hacen pocas cosas.

R Desde que inicie este proyecto he ido hablando con gente de lo más variado... Voy a poner un ejemplo. Estuvo aquí actuando Miquel Bernat, en el Festival Ensems, experimentando sonido con los micrófonos. La hizo con su caché correspondiente. Al día siguiente, por amor al arte, hizo un taller de percusión con los chavales con los que trabajamos.

P Eso no es muy habitual.

R A lo mejor falta el canal para hacerlo. Muchas cosas no pasan porque no existe la oportunidad que pasen. Cuando tienes un impulso por hacer algo bueno, hay como una barrera que no te deja. Queremos ponerlo fácil. La gente tiene un impulso natural por hacer algo por los demás.

P ¿Qué no ha podido hacer todavía en Bombas?

R Está en vías el centro social y he puesto todo el impulso a la parte de enfermedades raras. Aunque estamos colaborando con diferentes centros de investigación, el reto que me planteo es conocer el mapa de la enfermedad de Wilson en España. No puedes plantear políticas de prevención si no conoces la realidad de la enfermedad, y no sabemos cuantas personas hay diagnosticadas con la enfermedad de Wilson en las diferentes comunidades.

P ¿La integración en el barrio ha sido perfecta, ¿no?

R Pluscuamperfecta. Hay una gran labor desde el principio. Cuando comenzamos las obras, hablamos con Paco Llamas, el presidente de la asociación de vecinos de Marxalenes y fuimos Nuria [Enguita] y yo a la asamblea de vecinos a contar el proyecto. A partir de ahí nos sentimos muy bien acogidos.