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La joya gótica de Sinyent se salvará de la ruina

AVA apuntala el edificio y construirá una sobrecubierta provisional que evite filtraciones en la mayor actuación hasta el momento en la granja

La joya gótica de Sinyent se salvará de la ruina

El progresivo deterioro de la Casa o Granja de Sinyent, el edificio más representativo del gótico civil en la Ribera que se localiza en Polinyà, amenazaba con hacer sucumbir esta joya arquitectónica a la espera del anhelado proyecto de restauración. Los trabajos de consolidación realizados en septiembre fueron puntuales y no han frenado la degradación del edificio en los últimos meses pese a la ausencia de lluvias. Los albañiles han regresado esta semana a la casa para acometer la mayor intervención realizada hasta el momento con un único objetivo: evitar su desaparición.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), propietaria de la Casa de Sinyent, ha conseguido una subvención de cerca de 30.000 euros de la Fundació Pere Compte, en la que participan la Conselleria de Cultura y la Diputación de Valencia junto a otros patronos privados, para realizar esta intervención de urgencia que contempla el desescombro, saneamiento de zonas irrecuperables, la consolidación mediante puntuales de la estructura y la construcción de una sobrecubierta ligera que evite filtraciones, según explicó ayer el vicepresidente de AVA, Bernardo Ferrer, que definió de forma muy gráfica la situación del inmueble: «Está en coma en la UVI».

Se trata de una actuación provisional para garantizar la conservación del edificio a la espera de que una mejora de la coyuntura económica permita acometer un proyecto de rehabilitación que AVA estimó en su día en torno a 2,5 millones. Ferrer, no obstante, señaló que para AVA el objetivo principal es la finca en su conjunto, que adquirió para crear uno de los bancos de experimentación agraria más importantes de Europa en base a la variedad de cultivos, «sin olvidar la casa», aunque indicó que para actuar en esta valiosa construcción se están buscando otras líneas de financiación de carácter patrimonial.

La alquería de Sinyent, cuyo edificio más singular tuvo un carácter defensivo, formaba parte de un conjunto de asentamientos junto al cauce del Xúquer que dependían del castillo de Corbera. El lugar tuvo gran relevancia porque, durante siglos, fue el único paso del río que existía entre los puentes de Alzira y Cullera. Ignacio Matoses, técnico especializado en la restauración del patrimonio y la persona que más ha investigado esta construcción, exponía en su artículo titulado «Desvelando el arcano de la Ribera del Júcar. La Casa de Sinyent», que a pesar de que su origen y su uso primitivo resulta incierto, todo apunta que la casa estuvo vinculada al paso que cruzaba el río por el municipio de Albalat. El técnico dejaba constancia de que, paradójicamente, «la construcción más representativa de la arquitectura civil medieval de la Ribera ha permanecido durante largo tiempo aislada, ignorada y oculta bajo una amalgama de intervenciones extemporáneas que han desfigurado su naturaleza».

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