Por muchas vueltas que le doy, sigo sin poder entender la actitud de la Generalitat Valenciana con el tema del trasvase del Júcar al Vinalopó.

La Generalitat debería defender el interés general de todos los valencianos y, en este caso, considero que está defendiendo el interés económico de unos pocos que se dedican a hacer negocio con el agua. Lo malo del caso es que es en perjuicio de muchos valencianos.

El vicepresidente Císcar ha hecho unas declaraciones en Alicante en las que dice que el Consell tiene muy claro que el Vinalopó tiene un déficit y que se tiene que resolver desde el Júcar.

Señor vicepresidente, señores del Consell, léanse el Plan Hidrológico del Júcar, aprobado el pasado 11 de julio, y se enterarán de que el Júcar también tiene déficit, y mucho más que el Vinalopó. De los 245 Hm3 anuales de déficit que se piden al Plan Hidrológico Nacional, 175 Hm3 son déficit del Júcar y 70 Hm3 del Vinalopó.

El Plan del Júcar reconoce en el artículo 33 que en el Sistema Júcar no es posible atender con sus recursos disponibles todos los derechos de agua existentes. En el Júcar no sólo no sobra agua sino que lo que tiene es un déficit enorme.

Aunque parece que el Consell no se ha enterado, el déficit del Júcar es real, lo sufrimos todos los usuarios del Júcar, está reconocido en el Plan del Júcar y publicado en el Boletín Oficial del Estado, página 54822 del nº 169 del 12 de julio de 2014.

No puedo entender cómo desde la Generalitat Valenciana se esté intentando quitarle recursos a un río deficitario, con el consiguiente perjuicio a todos sus usuarios -la mayoría de ellos valencianos-, a los regadíos tradicionales del Júcar, al abastecimiento de Valencia y su área metropolitana, al abastecimiento de Sagunto, los regadíos del Canal Júcar-Turia y los abastecimientos de la Ribera.

El Júcar es deficitario y, en consecuencia, cualquier envío de aguas al Vinalopó que no sea desde el azud de la Marquesa perjudica a los usuarios del río. Por desgracia, ésta es la realidad y ya va siendo hora de que el Consell desista en su empeño de esquilmar todavía más el río.

El trasvase actual con la toma en el azud de la Marquesa da solución al problema real del Vinalopó, que básicamente es la atención de la demanda de los riegos del Medio Vinalopó. Los abastecimientos de Alicante tienen sus demandas totalmente garantizadas con los recursos actuales y con las desalinizadoras construidas en la última década. Lo que no permite el trasvase actual es mantener el negocio de la venta de agua existente en el Alto Vinalopó, pero entiendo que esa no debería ser la prioridad de la Generalitat Valenciana. Yo siempre digo que el agua debe ser incolora, inodora y apolítica. Si alguien cree que puede hacer carrera política con el agua se equivoca, sobre todo si se pretende sacar el agua de donde no la hay.