«Con sólo cuatro usuarios no tenía sentido mantener el servicio». Así de contundente se mostró la portavoz del gobierno de Carlet, Laura Sáez, al explicar por qué el ayuntamiento había decidido desvincularse de Ambici.
Sáez recordó que hasta 2014 los costes se cubrían gracias a una subvención de la Unión Europea aunque en 2015 ya le correspondía asumirlos al ayuntamiento, lo que suponía un desembolso de entre 10.000 y 12.000 euros. Tras constatar con cifras el escaso uso de las bicicletas públicas se descartó. «Con sólo cuatro usuarios no es sostenible», indicó. p. f. alzira
