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de ayer a hoy

El padre de la FP

José Luis Espinosa fue director del Institut Rei En Jaume de Alzira, centro al que convirtió en un modelo de la Formación Profesional

El padre de la FP

Cada año, el sábado de Gloria, en una ciudad cualquiera de nuestra provincia, se reúnen alumnos de la primera promoción del Instituto Rey Don Jaime de Alzira; su época, los años 50 del pasado siglo, me recuerda a mi amigo José Luis Espinosa, profesor y director que fue de este centro. La convocatoria fue el pasado sábado en el Club de Tenis Alzira, desde donde recibí la llamada de José Luís e inmediatamente me presenté para darle un abrazo. Hacía como 20 años que no nos veíamos; fue el 30 de diciembre de 1995, cuando Alzira le concedía la insignia de oro con el escudo heráldico de la ciudad.

Cuando Espinosa llegó a Alzira para incorporarse en el Instituto Rey Don Jaime, en sus primitivas instalaciones de las Escuelas Pías, donde en aquella comunidad eran amigos los profesores; Consuelo Aranda, Emilio Tortosa, maestro de maestros ebanistas; Andrés Álvarez, Joaquín Comins? Como aquellos locales eran insuficientes, el Ministerio de Educación construyó un edificio en lo que había sido en la carretera a Gandía, campo de experimentación agrícola, que inauguró el ministro Lora Tamayo, al que accedió salvando las aguas de una de las inundaciones que el Xúquer produce en Alzira.

En aquellos momentos, Espinosa fue nombrado director de este instituto que tenía grandes carencias de aquella época, surgidas por el cambio nacido en la ley de 1970. Había de ser ese primer año, al ser la transformación de una ubicación a otra y de un bachillerato a otro que con mucho esfuerzo se logró formar un instituto que fue modelo. En él se incorporaron nuevos profesores, jóvenes, que dieron auge y promoción de aquel resurgir. Espinosa no se olvida de profesores como Isabel López, Narciso Díaz Friginal o Consuelo Aranda, quienes de una manera especial trabajaron a su lado para transformar aquel instituto, para poderlo hacer más digno a sus alumnos; a José Almiñana y Antonio Gálvez, este último, hizo un esfuerzo como capataz agrícola del campo de prácticas, permitió que japoneses, rusos y de otras nacionalidades vinieran a ver aquel campo de experiencias, que era el orgullo del Instituto de Alzira.

Aquel auge hizo necesario volver a aumentar el Instituto, porque las alumnas estaban en el antiguo caserón de las Escuelas Pías, hoy transformado en la Casa de Cultura. Después de innumerables gestiones se logró la ampliación y gracias a su actividad, el Ministerio de Educación nombró a Espinosa Coordinador Provincial de Formación Profesional, cargo al que se dedicó por entero a una tarea que era la de transformar la Formación Profesional —sólo había cinco centros— y para ello contó con algunas personas, como el setabense José Pardo Enguer (fallecido recientemente), Valero Blasco; Manuel Ballesteros y Enrique Millán.

Importantes jóvenes profesores se incorporaron a la nueva enseñanza, y gracias a ella el éxito fue tremendo. Después de ese intenso trabajo como coordinador de Formación Profesional, Espinosa se incorporó al Instituto San Vicente Ferrer de la capital de provincia.

Institutos en la Ribera y la Safor

En su última etapa como Inspector tuvo la suerte de coordinar institutos en la zona de la Ribera y la Safor, donde muchos de los directores habían sido sus alumnos en Alzira. Enrique Piera, en Alberic; María Jesús Sánchez, en Carcaixent; José Boluda, en Algemesí; Tomás Peris Albentosa, en el de bachillerado de Carcaixent y Joan Sancho Alario, en Alzira.

Precisamente en Alzira José Luís formó su familia. Radio Alzira le premió con el título de Alcireño del Año, en 1976, en la modalidad de Enseñanza y la Asamblea Local de Cruz Roja le distinguió con una placa. Aunque no nació en Alzira, fue en un pueblecito de Soria, siempre se consideró un alcireño más. De su progenitor heredó su vocación de docente. La casualidad de venir a Alzira fue porque Antonio Tormo García, primer director en Alzira, fue a una conferencia a Hellín y nació la idea de su traslado.

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