El presidente de las cooperativas agroalimentarias valencianas, Cirilo Arlandis, se mostró ayer partidario de impulsar la nueva ley de Integración de cooperativas que promueve el Gobierno de España.
Arlandis se refirió a esta cuestión durante la visita a la cooperativa de l’Alcúdia del eurodiputado de Compromís, Jordi Sebastià, quien también consideró que ganar tamaño es crucial para el futuro de las cooperativas.
Para el nuevo responsable de las entidades agroalimentarias valencianas, que ha sustituido al expresidente de la Copal de Algemesí, José Vicente Torrent, ganar tamaño es clave para la rentabilidad de los productores. «Nuestros compradores son cada vez más grandes y está claro que en el futuro tenemos que ser menos número de cooperativas y más fuertes», aseguró a este diario.
Uno de los modelos de integración hacia los que debe caminar el sector, en opinión de Arnandis, es el que sirve de paraguas para la comercialización del caqui bajo la marca Persimon y bajo el liderazgo de Anecoop, la cooperativa de segundo grado. El del caqui es un claro ejemplo de integración, de forma que la oferta queda concentrada y la capacidad de influir en el precio final es mayor.
«En este caso se ha producido una integración exitosa en el grupo Persimon, que permite concentrar la comercialización y creo que este tipo de procesos son mucho más efectivos que las fusiones que pueden generar un efecto contrario en algunas poblaciones», señala Arnandis.
El dirigente cooperativo señaló a Levante-EMV que la ley de Integración de cooperativas que impulsa el Gobierno es «adecuada», aunque dijo que es preferible hablar de integración que de fusión.
Respecto a la peculiaridad de las cooperativas valencianas y en su caso de la Ribera, donde siempre se ve con recelo cualquier posible integración en otra entidad de una localidad vecina, el dirigente alcudiano señaló que este tipo de acercamientos se tienen que realizar por «convencimiento» de todas las partes y con un proyecto sólido.
Con ello se evitaría que ocurra lo mismo que con la concentración de las cajas de ahorro, donde se ha demostrado que muchas de las fusiones resultaron un fracaso. «Si se integran dos entidades que no funcionan bien, el resultado es una más grande, pero con los mismos problemas», remarcó.
La peculiaridad de la Ribera
La entidad que agrupa a las cooperativas admite las peculiaridades de las entidades valencianas y las dificultades con que esa integración puede toparse, pero señala casos recientes de éxito como la fusión de las dos cooperativas de Guadassuar para ganar tamaño y ser más competitivas.
El pasado 26 de febrero la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, lanzó en l’Alcúdia un alegato en favor de la necesidad de las cooperativas agroalimentarias de ganar tamaño. Dijo que las cooperativas tienen un gran porvenir por delante porque han entendido «que su mercado natural es el mundo para exportar más y ganar valor e ir a más destinos».
Una reclamación a la que se sumó el nuevo comisario de Agricultura. «Hay que seguir creciendo, ser más competitivos y conquistar mercados y eso pasa por la integración, la organización, ganar dimensión y estar atentos a las señales del mercado», aseguró Phil Hogan.
Desde Compromís aseguraron que durante la reunión con los dirigentes de la cooperativa de l’Alcúdia coincidieron en la necesidad de reivindicar la importancia del sector y la conservación del territorio. Sebastià, que es titular de la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, insistió en la necesidad de recordar a la UE que es deficitaria en producción hortofrutícola y tiene que apostar por la agricultura mediterránea. Los representantes de Compromís destacaron la exitosa gestión realizada del cultivo del caqui.
