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Los 1.500 falleros de la comarca hacen vibrar a la ciudad de Toledo

Comisiones de Alzira, Carcaixent, Cullera y la Pobla reeditan las fiestas y plantan un monumento sobre El Greco La «cremà» del domingo resultó multitudinaria y fue seguida por 25.000 personas

Los 1.500 falleros de la comarca hacen vibrar a la ciudad de Toledo

La Ribera, comarca exportadora donde las haya, ha añadido a su cartera de productos de venta exterior uno de valor intangible: las Fallas. La asociación cultural Fallers pel món ha llevado este fin de semana la fiesta valenciana por excelencia hasta Toledo.

Es su primera salida oficial desde que fuera recientemente creada, pero sus impulsores „miembros de la anterior Junta Local Fallera de Carcaixent„ ya cuentan con experiencias similares en Ávila y Granada. Alrededor de 1.500 falleros de Carcaixent, la Pobla Llarga, Cullera y Alzira, entre otras poblaciones, se han desplazado hasta la capital de la vecina Castilla-La Mancha donde han ofrecido una reedición de las celebraciones del fuego que ha llamado la atención y mucho de los habitantes de esta monumental ciudad.

Más de 25.000 personas, según datos oficiales del consistorio toledano, presenciaron este domingo la «cremà» del monumento que homenajeaba a El Greco, el pintor cuyo nombre va indisolublemente ligado a esta urbe. Ha sido obra de Álex Oliver y ha podido realizarse con la aportación de «ninots» de las distintas comisiones participantes.

«Mascletà» y «Nit del Foc»

La composición retrataba al genio, que emulaba salir de un frasco de pintura. Ayudado por su paleta de pinturas y su pincel, dibujaba sobre un lienzo en forma de «T», en homenaje a Toledo, una de sus obras pictóricas más universales como es «El caballero de la mano en el pecho».

La falla se plantó el viernes. Desde esa jornada, durante el sábado y hasta ayer un completo programa de actos dio a conocer a los toledanos las costumbres y tradiciones valencianas ligadas a la fiesta fallera con una «mascletà» y «Nit del foc» incluidas, pasacalles, paellas en el casal que montaron de 1.000 m2, la música de las charangas y hasta una ofrenda a la Virgen de los Desamparados. El despliegue también animó a muchos valencianos allí residentes a vestirse con los trajes tradicionales y participar. «Hemos estado incluso haciendo moños a falleras que viven allí y que se nos han unido», explicaba emocionado a este rotativo José Vicente Amores, de Fallers pel món. «Ha sido espectacular», recalcaba. Amores asegura que la entidad ya tiene en mente nuevas salidas, aunque por ahora no ha desvelado más detalles.

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