El Maristas Algemesí de balonmano lo tiene realmente complicado. El conjunto de Vicent Enric Nogués volvió a caer esta semana y es colista con mucha diferencia de la división de plata del balonmano español. Aunque matemáticamente aún podría salvarse, no parecen que son las sensaciones que se viven en la formación amarilla, que ha tenido muchos problemas para adaptarse a una categoría de una exigencia suprema, tras el ascenso cosechado en los despachos. La marcha la pasada semana de Carlos Esquer y Agustín Vidal (que prueban suerte en la Liga Asobal) ha mermado todavía más a un equipo que pretendió situar el pabellón 9 d'Octubre como un fortín pero que hace muchas jornadas ya que no suma una victoria que esperance a la multitudinaria afición algemesinense. Esta semana, el Maristas cayó en Valladolid, ante un conjunto que necesitaba de los puntos para seguir en la zona alta de la tabla. A pesar de la diferencia en la clasificación (como ha venido sucediendo durante prácticamente toda la temporada), los ribereños no perdieron la cara al partido hasta bien entrado el enfrentamiento, con alternancias en el control del juego y proximidad en el marcador. Los amarillos, capitaneados por el vallisoletano Luisma Lorasque, no bajaron los brazos en ningún momento y hasta mediada la segunda parte estuvieron con opciones de voltear el marcador y ponerse por delante (18-16, minuto 40). Pero a partir de ahí, los Fernando Hernández, Alfonso de la Rubia y compañía tiraron de experiencia para dejar los puntos en Valladolid.
División de Honor Plata