Tras vencer el primer partido de la fase de descenso, el Roquette-Benifaió ganó el segundo a domicilio al CB Tavernes Blanques por 63-73 y dio un paso casi definitivo para asegurar su permanencia en la máxima división del baloncesto valenciano. Tras un primer cuarto igualado, que finalizó con empate a 14 puntos, los jugadores de la Ribera adquirieron una ventaja de 10 puntos en el segundo cuarto empujados por el buen acierto en el tiro de larga distancia de Samuel Rosaleny. Tras el reinicio del partido, los benifayonenses dominaron el juego bajos los aros gracias a la contribución, tanto en ataque como en defensa, de su nuevo jugador Cándido Matoso y de Ximo Gimeno. Estos, junto con un inspirado Jordi Quijal.
