Arbitrar no fue tarea fácil para Ángel Palomares y sus correspondientes asistentes en Alginet. En el encuentro entre el Atlètic y la Llosa había más de tres puntos en juego, con la permanencia como objetivo y el descenso en el reojo. La tensión era palpable, la angustia, evidente, y finalmente los nervios acabaron pasando factura. El enfrentamiento acabó con un cruce de denuncias en la que el árbitro acusa al delegado del conjunto ribereño de intento de agresión (el club se puede ver perjudicado por su comportamiento), mientras el Atlètic ha presentado una queja ante el comité por la actuación del juez, que según ellos cometió varios errores graves que fueron decisivos en el marcador. Exigen por ello la anulación del partido (que acabó con victoria del Llosa por 0-2) y la disputa de nuevo.
La primera traba llegó en los prolegómenos del encuentro, cuando decidieron que el equipo visitante debía jugar con petos tras ver que la segunda equipación seguía sin resolver el problema de semejanza, cosa que retrasó el inicio más de veinte minutos. Con el paso del tiempo, el enfrentamiento se fue convirtiendo en una batalla campal. Es más, al cuarto de hora, Fran ya había visto la primera roja del partido. El trencilla repartió a diestro y siniestro y al final del duelo, se pudieron contabilizar un total de 18 tarjetas, con trece para los locales y cinco para los visitantes.
El punto de inflexión llegó en la segunda mitad, cuando el árbitro paró el encuentro tras recibir varias amenazas desde la grada. Habló con el delegado de campo y finalmente se optó por la opción de llamar a las fuerzas públicas. Tras esta decisión, Vicent Gallart, delegado del Atlètic d'Alginet, tuvo sus más y sus menos con el asistente y finalmente fue expulsado por insultar al árbitro.
Acto seguido intentó agredir al asistente «con un puñetazo a la altura de la cabeza, el cual no llegó a impactarle por la intervención del encargado de material», según consta en el acta. Una vez solventado este problema, el choque siguió con su carácter bronco, con tres ribereños más expulsados: el entrenador David Ibáñez, el guardameta Jordi Talens (doble amonestación) y el presidente Juan Vicent Gallart. «Creo que en los últimos partidos están pasando cosas muy raras. Los temas burocráticos le incumben al club pero quiero dejar claro que espero que no vuelva a producirse un mismo hecho como el del pasado sábado», explicó Ibáñez.
Al Comité de Competición
Tras la finalización del «combate», el juez de línea decidió formalizar una denuncia hacia la persona de Vicent Gallart por amenazas. El club respondió rápido con un recurso y una denuncia a varios organismos del fútbol. El primero de ellos fue redirigido hacia el presidente del Comité de Competición de Regional Preferente, en el cual se pedía impugnar el partido por la indumentaria del Llosa, la obligación por parte del trío arbitral hacia el Atlètic d'Alginet para que disputara el partido y la alineación indebida por parte del CD Llosa, ya que el entrenador estaba expulsado por acumulación tarjetas para esa jornada y sin embargo presentó su ficha. Además, en el campo jugaron once contra once y no once contra diez, tal y como indica el acta arbitral.
Los ribereños mandaron una denuncia al Colegio de Árbitros para querellarse contra el asistente, así como para protestar por, según ellos, decir calumnias en contra de los beneficios del club.
