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Luz sobre el Manuel musulmán

El patrimonio hídrico pudo favorecer la expansión poblacional a un ritmo superior a las localidades vecinas

Luz sobre el Manuel musulmán

Nuevas indagaciones han permitido conocer un poco mejor la historia musulmana de Manuel. La primitiva alquería estaba constituida por una explanada, que abarcaba la Plaza San Gil y la parte contigua de la calle Maestro Garrigues, antes plaça de la iglesia y carrer Nou, respectivamente. Todo ello formaría un recinto cerrado con una gran plaza, que tenía al fondo y en la parte central la mezquita. En la parte sudoeste del mismo lateral de la alquería se ubicaba el cementerio, que después de la expulsión quedó abandonado y plantado de moreras. A la derecha de la mezquita estaba la salida de la alquería a su huerta por el Camí de l'Horta, hacia lo que hoy se conoce como partida de Les Foies. Y en su parte opuesta había otra salida para acceder al camino de Al-Getzira y Madina Satiba, también conocido como la Vía Augusta.

Esta constitución seguía la costumbre musulmana de dotar de un gran espacio al lugar del edificio religioso, sitio donde los viernes, Día de la Reunión, después de la oración del mediodía en la mezquita, se reunían los hombres para hablar sobre trabajos, operaciones de compra, venta, tratos de censales y acuerdos de boda.

Las casas, que actualmente se encuentran a la derecha de la actual Plaza San Gil y que estarían en el centro de la plaza, serían de construcción posterior cuando las necesidades de espacio forzaron a su ocupación para alojar a nuevas familias. Estas se construirían dentro del período musulmán o morisco, como lo prueba la distribución interior de las viviendas que tienen una luz entre muros de carga de seis codos califales. Este tipo de arquitectura aún se conserva en aquellos edificios cuyas reformas posteriores no han afectado a su estructura básica.

Un dato muy importante que confirmaría la tesis inicial sobre la constitución originaria de la alquería es la existencia de una acequia de suministro de agua corriente en la parte trasera de las casas, que aún se conserva en algún tramo. Esta conducción recorría el perímetro exterior que constituía la primitiva alquería para el suministro de agua a todas las viviendas. De esta forma, se aseguraba a todas las familias de la alquería el agua para boca, higiene y limpieza, lo que representaba un avance muy importante con respecto a los demás caseríos de la época. Para el abastecimiento de las casas centrales de la alquería se construyó una acequia subterránea que discurría por los corrales y el agua se obtenía por medio de un pequeño pozo que accedía al conducto del subsuelo.

Esta acequia aún existe en algunos intervalos y en los años sesenta del pasado siglo se utilizaba como desagüe para las aguas fecales.

En cuanto a las costumbres de los musulmanes que habitaban las alquerías, se sabe que solían comer recostados sobre el suelo y eran aficionados a los toros y a cantar albaes. Con respecto a la comida, se alimentaban principalmente de verduras, frutas, dátiles, higos, pasas secas y disponían de una gran cantidad de recetas de pastelería. Algunos hábitos de su alimentación y tipos de dulces, que ellos elaboraban, han llegado hasta nuestros días, como la almoxávena, el panquemado, l´arrop, el panfigol, y otros muchos que tienen como base la miel y la almendra.

No se conocen datos sobre el origen de la antigua alquería del actual Manuel y también se desconoce su nombre. Lo más probable es que el topónimo con el que se la denominaba correspondía a la familia musulmana que explotaba sus tierras. Terrenos conseguidos, bien por la iqtá, que suponía la donación de tierras a una familia por servicios militares prestados al estado musulmán, o a través de la qatiá, que eran cesiones de tierras en usufructo perpetuo a condición de pagar el 2,5% de los ingresos anuales.

Arquitectura islámica

La mezquita de Manuel tiene su fachada principal orientada en dirección a la Meca. El acceso al interior sería por la parte izquierda del edificio y la entrada a la sala de oración (haram) estaría coronada por un arco de medio punto, de ladrillo macizo. Al lado del acceso al recinto, aún existe una acequia que se utilizaría para las abluciones de los creyentes del islam. Es muy probable que la riqueza de agua de la alquería de Manuel favoreciera su mayor crecimiento, con respecto a las de su entorno.

Así, en el año 1510, cuando ya se habría producido la ampliación fuera de la primitiva alquería, el censo de habitantes de la zona de influencia de la mezquita era: Manuel 44 casas, Faldeta 11, Torreta 11 y l'Abad 12. En el año 1529, sobre la estructura de la mezquita incendiada, se inició la construcción de la primera iglesia de Manuel y en el año 1541 aparece como nueva parroquia separada de la de l'Énova. Se construyó un campanario de espadaña y se cambió la entrada para el nuevo recinto cristiano, ubicando ésta en la parte central de la fachada. Se tapió el antiguo acceso y la arcada quedó enclaustrada en un muro lateral. Cinco siglos después, en el año 2011, se descubría el arco al observar una grieta que dibujaba la curvatura oculta. Esto sería la prueba de que el citado semicírculo de adobe pertenecía a la construcción original del edificio.

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