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Una intercesión «milagrosa» que bautizó un puente

Los alcireños dedicaron a San Gregorio el antiguo paso sobre el río tras las plegarias para que evitara una peligrosa inundación

¿Por qué el puente de Santa María de Alzira se conocía como puente de San Gregorio? Con la finalidad de evitar en lo posible los desastres padecidos en Alzira como consecuencia de las frecuentes riadas por el desbordamiento de los ríos Júcar, Barxeta y Albaida, a las que se unían las aguas procedentes de los barrancos de la Murta, La Casella y Aigües Vives, alcanzando el nivel de las aguas metas no conocidas -sobre todo en las riadas tristemente famosas de 1864 y 1885- por el Gobierno de la nación y a petición de esta ciudad nuestra, que reclamaba auxilio y ayuda por el desequilibrio económico, se acordó la construcción de un muro de contención y la consecuente apertura de canales con supresión del puente de piedra, que era conocido como de fabricación romana. Con la fuerza de la dinamita, en el año 1921 desapareció el citado puente de piedra después de que las obras de demolición hubieran comenzado a finales de febrero de año anterior. Esta «factura» la pasó el Gobierno local tras ser inaugurado en 1918 el Pont de Ferro, que unía la Rambla con la barriada de Les Barraques.

Dado el cumplimiento de la primera fase y después de un «parón» de cuarenta años, las obras se reemprendieron para ejecutar el proyecto que había realizado el ayuntamiento que presidía José Pellicer Magraner, «la variante de Alzira y puente sobre el Júcar», una obra que, a nuestro entender, ha sido la realización más importante en Alzira en el pasado siglo XX. Fue una realidad una nueva carretera con un nuevo puente de cemento armado con grandes ojos para el paso de las aguas, en el mismo lugar donde se situaba el antiguo puente de piedra, cuya obra final e inauguración no conoció el primer edil de la ciudad, por haber fallecido antes de su conclusión.

De todos es sabido que al ser traspasada la ciudad al Rey Jaime I el Conqueridor en el siglo XIII, los moros dejaron a los cristianos la parte de la Vila, desde la Puerta de Valencia hasta donde después estuvo la ermita dedicada al santo de Montpellier, Sant Roc. Al estar reservada para el rey y sus súbditos la parte occidental de la Vila, el monarca mandó convertir y consagrar en iglesia cristiana la mezquita que los árabes habían dejado de usar para sus prácticas religiosas. Esta iglesia -derrocada, que no incendiada como las demás iglesias de Alzira en mayo de 1936- estuvo dedicada bajo la advocación de Santa María. De ella tomó el nombre la plaza y la calle que nacía junto a la puerta principal, la calle Mayor Santa María, si bien hoy ha cambiado su encabezamiento con de Santa Lucía ¿?.

Volviendo a los inicios de esta crónica, aquel puente conocido como de Santa María pasó a denominarse de San Gregorio allá por el año 1571, a resultas de una riada que por sus características amenazaba con una gran hecatombe, que no llegó a producirse, parece ser, porque unas plegarias de los alcireños consiguieron que San Gregorio, traumaturgo, el día de su festividad, 17 de noviembre de aquel año, intercediera para que las aguas, mansas, volvieran a su lecho y renaciera la tranquilidad en la Villa.

La revista «Xúcar», editada en Alzira en 1935 por el archivero municipal Vicente Pelufo, en el número 2, refiriéndose a esta avenida del río, dice: «Año 1571. Sucedióse este año la inundación llamada de San Gregorio, porque cuando se creía que Alzira iba a sucumbir por las furiosas avenidas del Júcar, que rápidamente se sucedían, al amanecer del día dedicado a San Gregorio, milagrosamente se volvieron las aguas a su cauce y por eso se construyó las ermita en el puente de su nombre».

Guarda memoria de la transcripción el retablo existente en el salón noble de sesiones del palacio consistorial, en la pintura que nos muestra a San Gregorio, taumaturgo, con el Papa San Silvestre, que los alcireños tienen a ambos como protectores de Alzira.

Como curiosidad añadiremos para concluir que «taumaturgo» define a la persona que obra prodigios o milagros.

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