«No tengo nada que esconder y no es un problema de que nos fiscalicen, no se podía aguantar que nos estuvieran atacando desde dentro». El alcalde de Alberic, Toño Carratalá, incidió ayer en que ha sido éste y no otro el motivo de la destitución de los concejales de CVa y atribuyó las críticas de Javier Cervelló a «su obsesión por destruir a todos, lo ha hecho con todos los alcaldes y no tiene límites, pero en política no vale todo», indicó Carratalá, mientras señalaba que el líder de CVa representa «la política antigua» mientras se presentaba como referente de una nueva forma de hacer política. «Si no estaban de acuerdo tendrían que haber dimitido, pero era insufrible mantener esa situación», incidió.
Carratalá respondió a los ataques de Cervelló, que le había acusado de ser mal trabajador, señalando que actúa como un alcalde «implicado y cercano a sus vecinos»; negó que esté practicando una política de tierra quemada y recordó que el ayuntamiento ha reducido en tres años la deuda en casi cuatro millones de euros; y defendió que desde el primer momento ha impulsado el mayor número de actividades posible para los vecinos, por lo que negó que ahora se pueda ver un fin electoral.
El alcalde también rebatió las cifras que ofreció CVa sobre los gastos de fiestas y negó que se haya consumido ya la mayor parte. Sobre la sombra que Cervelló extendió sobre la factura de la cena de las fiestas, defendió que se ha actuado «como toda la vida» y rechazó las acusaciones de oscurantismo. p. f. alzira
