El cadáver de una ballena de unos diez metros de longitud y seis toneladas de peso fue encontrado a las 16.30 horas de ayer en la playa del Pollo, en Cullera, horas después de que el cetáceo fuese avistado por una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil frente a las costas del Mareny. El animal, en avanzado estado de descomposición, fue entregado al departamento de Zoología de la Facultad de Biológicas de la Universitat de València, que tratará de averiguar el motivo de la muerte.

La patrullera de la Guardia Civil avistó el cuerpo de la ballena sobre las once de la mañana de ayer, lunes, flotando a la deriva a varias millas de la costa, frente a las playas del Mareny. Tras acercarse y comprobar que se trataba de un cetáceo de grandes dimensiones y que estaba muerto, arriaron una embarcación auxiliar para señalizarla y evitar que alguna embarcación colisionara con el cadáver.

Cinco horas y media más tarde, la ballena llegó empujada por la marea y quedó varada en la playa del Pollo, en Cullera. El centro operativo de servicio de la Guardia Civil envió al lugar una patrulla del puesto de Cullera y otra de la Policía Local del municipio, que se encargaron de custodiar el cadáver del animal marino hasta la llegada de los zoólogos de la Universitat de València, que se han hecho cargo de su estudio.