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Català atribuye la alta temperatura del colegio alcireño a defectos constructivos

La consellera defiende que otros centros diseñados con los mismos paneles «no dan ningún problema»

Català atribuye la alta temperatura del colegio alcireño a defectos constructivos

La consellera de Educación, M.ª José Català, desvinculó ayer los problemas de altas temperaturas que arrastra el colegio público Gloria Fuertes de Alzira del sistema de paneles prefabricados utilizado en su construcción ya que, según defendió, «hay otros colegios construidos de forma preindustrializada y están funcionando a la perfección». Català valoró el caso de este centro, en el que el ayuntamiento recomendó suspender las clases el pasado jueves ante la previsión de temperaturas por encima de los 40 grados, como una «cuestión puntual» y señaló que se trata de un proyecto «que ha tenido deficiencias constructivas».

«Llevamos tiempo trabajando porque no sólo es una cuestión del calor en las aulas, también hay una cuestión de colectores que afectan a esa obra (?) hay varias circunstancias que las administraciones no tenemos claras y estamos trabajando para resolverlas», incidió, mientras recordaba que la conselleria está a la espera de que finalice el curso para, aprovechando el período de vacaciones, «instalar una sobrecubierta», la solución contemplada para proteger el edificio y bajar las temperaturas que se registran en el interior. Cabe recordar que el centro se inauguró en septiembre de 2008, aunque todavía no ha sido recepcionado por el Ayuntamiento de Alzira a la espera de que se corrija este problema. «Me consta que es un proyecto que ha tenido deficiencias constructivas y son cuestiones que a veces suceden con las obras, hay discrepancias con la empresa y entre las administraciones», señaló Català, mientras defendía que en la Comunitat Valenciana hay varios colegios construidos con el mismo material «y no han tenido ningún problema». «Está claro que es una cuestión puntual», incidió.

Sobre la demanda de los padres, que consideran que la solución pasa por la instalación de equipos de aire acondicionado, la consellera señaló que se trata de una cuestión técnica y que seguirá el criterio que le indiquen los técnicos, aunque advirtió de que esa solución no se puede generalizar. «Las organizaciones vinculadas con la salud y la infancia a las que recurrimos nos recomiendan la ventilación natural, sobre todo en instalaciones en las que hay niños más pequeños. Salvo situaciones muy excepcionales, cualquier instalación educativa evita el aire acondicionado en aulas donde los niños pasan muchísimas horas, se evita al máximo no por falta de voluntad o de presupuesto, ya que a veces es menos costoso que una sobrecubierta, sino porque es más recomendable», expuso María José Català.

Inicio de curso tempranero

La consellera de Educación indicó que lo sucecido este mes de mayo, con temperaturas por encima de los 40 grados, rebate las críticas que vinculaban el pasado mes de septiembre el fuerte calor en las aulas con el adelanto del inicio del curso y, si bien señaló que todavía no se ha decidido el calendario escolar del próximo curso, expuso que «en este momento no tenemos un criterio objetivo que nos haga variar o alterar la planificación que hicimos el curso pasado». «Si no podemos empezar antes el curso y en mayo empieza a hacer estas temperaturas, acabaremos teniendo sólo dos meses de clase, se ha demostrado que son circunstancias excepcionales y que el inicio de las clases no tiene una consecuencia negativa», subrayó la consellera.

Català comentó que este tipo de construcciones preindustrializadas tienen un coste ligeramente superior, «aunque casi imperceptible», que un edificio convencional, pero señaló que el período de construcción es más reducido. Català se desplazó a Alzira para respaldar la campaña electoral de Elena Bastidas, a la que acompañó en su visita al mercado semanal de los miércoles.

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