Los vecinos de la urbanización Sansofí de Llaurí están que trinan por la elevada tasa de recogida de la basura que deben abonar al consistorio. Tras haberse quejado por esta circunstancia, aseguran que el ayuntamiento les había prometido que quedarían eximidos de liquidarla, pero lo bien cierto es que no sólo tendrán que seguir costeándola, sino que además deberán volver a pagar el triple que las viviendas del casco urbano.
Y ello, pese a que en este núcleo poblacional ubicado en plena montaña no hay servicio de recogida y, por tanto, los residentes deben desplazarse en ocasiones hasta 3 kilómetros monte abajo para depositar sus desechos en el contenedor más cercano.
El agravio comparativo con los habitantes del casco urbano es patente, ya que mientras quienes viven en el pueblo abonan 33 euros por este concepto y además disponen de recogida, el consistorio llaurinense impone al resto de propietarios de casas o chalés diseminados que paguen 90.
Sansofí ha venido liquidando la tasa durante los últimos años pero desde 2010 el montante de la misma se disparó, explican los vecinos de la asociación. Por ello, entablaron conversaciones con las autoridades locales para tratar de llegar a un acuerdo y disminuir la carga. En principio, la ordenanza reguladora contemplaba que quienes tenían los contenedores a más de 200 metros de distancia no debían abonar la tasa y ahora esa distancia se ha aumentado a 300. Paralelamente, se ha eliminado la cláusula que eximía del pago a las viviendas que se emplazan fuera del casco urbano por lo que hace imposible recurrir para no proceder al abono.
La Asociación de Vecinos de Sansofí ha manifestado su malestar por una situación que considera «injusta» y además denuncia que este cambio de normativa se produjo el pasado agosto mientras ayuntamiento y residentes mantenían conversaciones en las que, según la entidad, «nos prometían la normalización de la tasa a la baja».
Fuentes del gobierno llaurinense consultadas por este rotativo también admitieron que la situación generada es «injusta» y no supieron argumentar el criterio en base al cual unos vecinos que tienen peor servicio deben pagar más que quienes disfrutan de mejores condiciones. «La única explicación es política», apuntaron.
La decisión del gobierno municipal de cobrar la tasa a todas las viviendas del término se tomó en su momento para garantizar la sostenibilidad del servicio de recogida de la basura, que aunque no era deficitario estaba al borde de serlo por los cada vez mayores impagos.
La asociación vecinal denuncia que tanto Sansofí como Montvert, compuestas por unas 120 casas, solamente disponen de cuatro contenedores de basura a varios kilómetros de distancia. Estos enclaves tampoco disponen ni de servicio de agua potable ni de alumbrado.
