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Carcaixent vira a la izquierda

Compromís se convierte en el partido mayoritario con casi el 40% del voto tras el hundimiento de un PP dividido que paga un alto precio en el debut del nuevo candidato El PSPV cosecha su peor resultado histórico con dos concejales mientras Juan Albert y Ana Calatayud duplican sus apoyos en un pleno que tiene seis grupos

Carcaixent vira a la izquierda

Carcaixent no ha escapado al viraje izquierdista que vive estos días la política valenciana y española ni al espectacular ascenso de Compromís, ganador de las elecciones municipales con más doble de votos que la siguiente fuerza, un Partido Popular que ha quedado debilitado y muy herido internamente. El ascenso de Compromís, que, con el 37% de porcentaje del voto local, se asienta como principal fuerza en Carcaixent se ha fraguado tras un aprendizaje en la oposición a Lola Botella, alcaldesa durante 16 años, y una política de mano tendida y pactista que siempre ha huido de los extremismos. El fruto a esa moderación de años, que incluso le ha valido críticas de los partidos con los que compartía oposición, lo recoge ahora con el acceso a la alcaldía.

El futuro alcalde, Paco Salom, que incluso ha logrado en Carcaixent 624 votos más que la lista autonómica que lideraba Mónica Oltra —lo que revela necesariamente el apoyo de votantes populares que después han optado por la lista de Alberto Fabra— asegura que su objetivo es abrir la gestión a todo el arco político local y lograr un pacto de estabilidad que le permita componer una mayoría suficiente para lograr un mandato tranquilo. Opciones no le faltan.

Por un lado el PSPV, que sería el socio natural y que, como el PP, también llega muy debilitado tras la pérdida de un concejal. La formación, cuya representación queda reducida a dos concejales, ha vivido una de sus mandatos más turbulentos tras dos décadas de luchas internas. Acaba de batir su récord histórico negativo y ya sólo representa al 10% del censo.

En el consistorio también seguirá como cuarta fuerza, Units per València. En este caso, la política de trinchera de Ana Calatayud, que no ha rehuido en ningún momento el enfrentamiento con el gobierno del PP y el PSD, también le da rédito político en las urnas. Ha duplicado su representación y le acompañará, seguramente en la oposición, un nuevo concejal, Juan José Llopis.

Juan Albert duplica sus apoyos

En el plenario también seguirá Juan Albert, el actual teniente de alcalde, que, con su agrupación de electores Gent de Carcaixent, ha logrado duplicar sus apoyos. Juanito Alcalde, todo un fenónemo sociológico que teje sus apoyos electorales en la calle, en los bares y en la política de cara a cara con el vecindario, no parece que vaya a tener opción de entrar esta vez en el gobierno, tras cuatro años junto a Lola Botella. Junto a él se sentará el número dos de la agrupación, Antonio Ahullana, que gracias al desembarco en el partido de Albert salva el acta que la legislatura pasada ocupó con el PP y que esta vez hubiera tenido casi imposible con su anterior partido. Su salto llegó, pues, en el mejor momento.

Críticas en el PP por el resultado

Mientras, el resultado del PP resulta tan pobre que incluso la candidatura autonómica de Alberto Fabra ha logrado más votos: 2.482 frente a los 1.955 de la candidatura que lideraba Salvador Ferrer. Ayer, desde el PP de Carcaixent publicaron un escrito en una red social en el que se daba a entender que en el mal resultado ha existido «fuego amigo». Veladamente y sin dar nombres se acusaba de deslealtad al sector de la alcaldesa al que acusaban de actuar contra el partido por puro «egoísmo personal» e incluso se criticaba la gestión de la que ha sido 16 años alcaldesa y señalaban que ha sido un lastre para la lista de Ferrer, que, no obstante, seguirá al frente del PP.

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