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La caída de la carga de trabajo dispara la precariedad

Este periódico ha conocido de primera mano testimonios de manipuladoras de cítricos ya veteranas que ganan 200 euros

Encajadoras y «collidors» vivían tradicionalmente de lo que ganaban durante la campaña y después, en el período de verano, tenían los suficientes jornales como para cobrar del paro hasta el inicio de la siguiente temporada.

Con el tiempo, ni siquiera los que han conservado su empleo pueden seguir disfrutando de esas condiciones. La precarización y el incumplimiento en algunos casos del convenio colectivo ha acabado empobreciendo a buena parte de esos empleados, muchos con una cierta edad y sin posibilidades de encontrar otro trabajo en condiciones mínimamente dignas.

La disminución de la carga de trabajo ha sido determinante en algunos casos. Este periódico ha podido conocer de primera mano testimonios de manipuladoras de cítricos con largos años de dedicación que han llegado a ganar 200 euros al mes. «Nos llamaban por horas y trabajábamos mucho menos de los 15 días al mes que deberían darnos en base al convenio con lo que al final de la temporada no te llegaban los jornales ni siquiera para cobrar el subsidio», denuncian. Ante esta tesitura, han optado por marcharse de la firma.

Denuncia de prácticas abusivas

Además, denuncian prácticas abusivas por parte de algunos empresarios. En algunas ocasiones se obliga a muchas mujeres a soportar elevadas cargas de trabajo con menos personal, lo que acaba incluso afectándoles a la salud. «Así ellos se ahorran jornales», lamentan. No obstante, fuentes sindicales señalan que los almacenes suelen cumplir la normativa, pero no tanto las empresas de trabajo temporal que contratan a los collidors. CC OO habla de que ha surgido una nueva clase de «trabajadores pobres», que ganan dinero, pero no el suficiente para cubrir sus necesidades. En líneas generales, este sindicato asegura que el trabajo es «duro y penoso», con salarios insuficientes y jornadas abusivas.

Desde UGT consideran que el sector hortofrutícola de la Ribera Baixa goza de un buen convenio laboral, aunque puntualizaron que la intensidad de trabajo durante la temporada alta puede dar lugar a situaciones de precariedad. En cambio, CCOO no ha suscrito el convenio que rige este sector porque opina que significa una pérdida de derechos laborales.

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