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El Consell desiste y acepta como grave el síndrome Asperger

Bienestar Social no impugna el fallo que corrige la minusvalía de un joven de Alzira pese al anuncio

El Consell desiste y acepta como grave el síndrome Asperger

La antigua Conselleria de Bienestar Social anunció en tiempo y forma el recurso siguiendo el procedimiento legal, pero finalmente no ha impugnado la sentencia del juzgado de lo social número 2 de Valencia que corrige el grado de discapacidad que la Administración autonómica había otorgado a un joven de Alzira con Síndrome de Asperger y que ya es firme, según anunció ayer la Asociación Comarcal Asperger la Ribera (Asari).

El fallo, como ya informó en mayo Levante-EMV, eleva el grado de discapacidad del 41 % que diagnosticó la conselleria al 68 %, es decir, reconoce una discapacidad grave que conlleva la necesidad de una supervisión continua en la vida cotidiana frente a la valoración oficial que se correspondía con una discapadidad moderada, todo ello con efectos desde el 14 de febrero de 2013. «No lo esperaba porque la conselleria no lo ha puesto fácil en ningún momento, pero imagino que han visto que no tenían nada para recurrir. Han sido dos años de pelea, pero ha valido la pena, por él y por todos los niños de espectro autista», comentó ayer la presidenta de Asari, Valle Palomino, que recurrió a los tribunales al comprobar que los compromisos de revisar el grado de discapacidad de su hijo cuando cumpliera los 18 años quedaban en papel mojado.

El abogado que ha llevado el caso, Carles Aranda, confirmó ayer que la conselleria no formalizó finalmente el recurso y destacó también que el informe pericial aportado por la familia para justificar las necesidades de Adrián era «muy completo» mientras que la conselleria no había aportado nada que lo cuestionara.

Valle Palomino, por su parte, incidió en que «se trata de un buen precedente dado que según el estado de las personas afectadas y su seguimiento y valoración por técnicos profesionales se puede conseguir que el espectro austista sea incluido como síndrome mental grave de la clase IV del Real Decreto 1971/1999, que regula las minusvalías, y en conscuencia poder acceder a los recursos públicos existentes para le mejora del estado de bienestar de estas personas y sus familias».

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