La costa de la comarca de la Ribera cuenta con una nueva especie invasora. Se trata del conocido como cangrejo azul (Callinectes sapidus), un molusco de gran tamaño que destaca por el vistoso color azulado de su caparazón. Este animal se ha ido expandiendo por todo el arco mediterráneo y en el último año ya se han encontrado hasta once ejemplares en la comarca. En concreto, han aparecido 6 cangrejos en la costa de Cullera, frente a las desembocaduras del río Xúquer y el lago de l'Estany; además de otros 5 casos en la gola del Perelló, según informaron desde la Cofradía de Pescadores del Palmar y el científico Miguel Rodilla, profesor de Ciencias Ambientales en el campus de la Universidad Politécnica de Gandia, quien está llevando a cabo un estudio sobre esta especie. Entre la costa de Valencia y Oliva se han contabilizado casi 100 ejemplares.

El cangrejo azul llegó al Mar Mediterráneo procedente del continente americano y escondido en las aguas de lastre de los barcos. Primero empezaron a colonizar Grecia e Italia y hace dos años se encontraron ejemplares en el Delta del Ebro. En el caso del Perelló, los primeros cangrejos se capturaron en noviembre de 2014 y hace unas semanas apareció el último en Cullera. Estos moluscos siempre se encuentran en zonas donde hay aportes de agua dulce, aunque Rodilla puntualiza que de momento se trata de «capturas puntuales».

Este experto considera que el cangrejo americano puede afectar a las especies autóctonas porque «es un cangrejo grande que no tiene competencia en la edad adulta, no tiene depredadores en este entorno». No obstante, aún se desconoce a qué especies puede llegar a perjudicar. Otros puntos que juegan a su favor son que el Callinectes sapidus es capaz de soportar situaciones de anoxia (falta de oxígeno) y se adapta a diferentes niveles de salinidad.

¿Legalizar su pesca?

Rodilla pronostica que el cangrejo azul se irá expandiendo por la costa mediterránea y, para evitar que nuestro ecosistema se vea afectado, recomienda que las autoridades legalicen su pesca y se posterior venta. Además, recuerda que se trata de una especie con un alto valor comercial en Estados Unidos por el buen sabor de su carne. De momento, las captura son puntuales y su pesca no está reglamentada al tratarse de una especie originaria de otros países. Pero, si como todo parece indicar, en el futuro aumenta la presencia de este invasor, habrá que permitir sus capturas.

Las redes que utilizan los pescadores no son un método muy efectivo y los expertos ya trabajan en diseñar una caja-trampa que permita pescar a esta especie sin afectar al resto de peces. «Hay que controlar la población a base de pescarlo», recomienda Rodilla. Como anécdota, este científico cuenta que en 2013 vio que un conocido supermercado español ya comercializaba cangrejos procedentes de Grecia.