El Ayuntamiento de Cullera ha atendido, después de 20 años, una reivindicación de trabajadores y usuarios eliminando las barreras arquitectónicas existentes en el edificio de Servicios Sociales.

Así la concejalía de Servicios Exteriores, a cargo de Salva Tortajada, ha procedido a la construcción de una rampa con material antideslizante que hace accesibles las dependencias municipales. La edil de Servicios Sociales, Francesca Ortiz, apuntaba la necesidad de acometer las obras «teniendo en cuenta que se trata de unas oficinas donde acuden cada día una gran cantidad de personas mayores o con sillas de ruedas».

Supresión de obstáculos

La concejal ha puesto énfasis en que trabajarán por suprimir este tipo de barreras en un pueblo donde hay lugares, especialmente en la falda de la montaña, donde resulta complicado dar una solución. Aun así, se comprometen a evitar este tipo de situaciones en edificios municipales o dependencias públicas, en la medida de sus posibilidades económicas.