Otro símbolo presente en las procesiones y que ha generado polémica es la interpretación del himno de España. Después de que Sueca decidiera que no se interpretara esta pieza en una procesión, el resto de ayuntamientos de la comarca no quieren generar disputas en torno a este tema y consideran que la Iglesia, que es la que organiza las procesiones, o en todo caso las sociedades musicales, son las que deben decidir qué música suena.
Así opinan en Alzira y Cullera. También piensa lo mismo el alcalde de Carcaixent, Paco Salom, aunque con algunos matices. El primer edil cree que, aunque es la Iglesia la que tiene la última palabra, está debería ceñirse a la ley y no hacer sonar el himno si no es necesario. Además, «en los actos del ayuntamiento los himnos si suenan que sea porque toca», añadió. La excepción la constituye Algemesí, ya que, según el edil de Fiestas, Pere Blanco, el himno nacional nunca se ha interpretado en las procesiones.
Por su parte, la edil de Protocolo de Sueca defendió que el gobierno local lo único que ha hecho es cumplir la ley.
