El gobierno de izquierdas de Villanueva de Castellón ya tiene decidido acometer el cambio del topónimo, aunque todavía no ha fijado ninguna fecha. El ejecutivo que preside Òscar Noguera (Compromís) con el apoyo de Esquerra Unida y del PSPV no se encuentra ni mucho menos cómodo con la vieja denominación en castellano del municipio, que en estos momentos es la legal tras décadas de pleitos y allanamientos según los cambios que dejaban las urnas y un contencioso que llegó al Tribunal Supremo.
El nuevo gobierno, que ha asumido las riendas del poder local tras los cuatro años del PP de Salvador Álvarez, pretende ir con pies de plomo consciente de que el debate del topónimo altera el pulso de un amplio sector de la sociedad local. Pero la decisión política está tomada y la izquierda no dejará pasar la ocasión de valencianizar el nombre del municipio. El cambio será una realidad, aunque no se aventuran a fijar el momento, pese a que es una promesa electoral ya que la izquierda llevaba en sus programas electorales el cambio de nombre.
El tripartito defiende su legitimidad al sumar más votos que el PP, que fue en las pasadas elecciones la lista más votada, por lo que va a poner en marcha el proceso de valencianización.
Potestad municipal
El ayuntamiento tiene la potestad en este sentido, aunque se va a escuchar a las autoridades en la materia, esencialmente a la Academia Valenciana de la Llengua, con cuyos representantes el gobierno local se reunirá en breve. Fuentes del gobierno señalan que Vilanova de Castelló podría ser una opción porque es la valencianización del nombre actual. El gobierno también quiere dar legitimidad a la decisión e incluso voz a la ciudadanía por lo que se plantea incluso un referéndum, una consulta ciudadana que dé al gobierno el aval definitivo para cambiar el nombre, aunque no hay decisión tomada al respecto, ni sobre cómo se decidirá ni sobre cuándo es el momento oportuno para efectuarlo. En la transición, el ayuntamiento aprobó el nombre de Vilanova de Castelló, pero los tribunales tumbaron la denominación.
Cambio con los socialistas
En 1994, la Generalitat entonces con el socialista Joan Lerma al frente autorizó Castelló de la Ribera, pero la Generalitat ya con Zaplana al frente se retiró del pleito y el TSJ reinstauró Villanueva de Castellón. En 2004, el Supremo anuló la decisión de la Audiencia y en 2008 el ayuntamiento recuperó el nombre de Castelló de la Ribera. Pero la llegada del PP al gobierno local hizo que el ayuntamiento desistiera en el pleito por lo que Villanueva de Castellón volvió a ser el término legal.
