Ya se ha creado la primera polémica. Alzira no quiere el tramo de autovía que licitó el PP y Carcaixent, que les ha llamado irresponsables, dice que ni le han consultado.
La conselleria no va a adoptar ninguna decisión que no esté consensuada por los dos gobiernos. Ya hemos hablado con el alcalde de Carcaixent y creo que ha quedado contento. Este gobierno es de diálogo, nunca de imposición. Se hará lo que decidan los ayuntamientos y se acuerde con la conselleria.
¿Cómo han encontrado la conselleria de Obras Públicas, la inversora por excelencia?
Estamos todavía en el momento del aterrizaje, pero los equipos ya están configurados y ya se puede decir que está peor incluso de lo que esperábamos. La caja está completamente vacía, por ejemplo del presupuesto de 2015 ya se había gastado prácticamente todo antes de las elecciones de mayo.
Usted que ha sido azote del PP en materia de infraestructuras estos años le toca ahora gestionar con la caja vacía ¿Se han acabado las grandes obras?
Se han acabado las grandes obras en el sentido que significaban despilfarro de recursos y proyectos ligados en muchos casos a la corrupción y a las políticas que nos han llevado a la crisis y a muchos de los gestores anteriores a la cárcel. No se han acabado las grandes obras en el significado de instalaciones pensadas para las personas, que sirvan para la vertebración del territorio o que ayuden a hacer más fácil el día a día de las personas. Un puente significa eso, tránsito de personas? Esta es una conselleria que tiene como objetivos más importantes la gestión de la vivienda; la semana pasada entregamos siete viviendas sociales en Alberic; poner a cero el contador de la deuda de ayudas sociales como estamos haciendo. En un año liquidaremos la grandísima deuda que dejó el PP en ayudas a la vivienda social, porque cobrar lo que se les adeuda es un derecho de las personas.
Me refería a grandes obras y por comarcalizar el debate a los accesos a grandes ciudades de la Ribera como Carcaixent, la única población de más de 20.000 habitantes sin acceso directo a una autovía, o Alzira que tienen costes de inversión muy elevados. Hay un retraso de lustros.
Esos proyectos están entre los objetivos de esta conselleria porque las inversiones en infraestructuras son un motor económico de primer orden, que animarían a muchos sectores económicos y una palanca de cambio en muchos sentidos porque vigorizan a las empresas y por tanto fomentan la creación de puestos de trabajo.
El PP tenía ya descartada por ejemplo la CV-50, una obra que tiene un coste de unos 700 millones de euros tal como se planeó en su día. ¿Será difícil que puedan rescatarla?
Pero hay que ponerse en el camino. Citaría a Cortázar. Lo importante es ponerlo en marcha, no se podrá acabar ni en una legislatura ni probablemente en dos, pero hay que ponerlo en el centro del debate, arrancar. El proyecto de la CV-50 como segunda corona metropolitana de la ciudad de Valencia estaba bien planteado y permite distribuir por la Ribera la llegada de vehículos a la costa y a comarcas limítrofes. Pero lo que ha hecho el PP con esta carretera y este proyecto ha sido usarlo siempre electoralmente, reactivarlo cuando llegaban las elecciones y olvidarse de él hasta las siguientes elecciones. Como hicieron con el plan Metroribera que permitía aumentar las frecuencias de paso de trenes en la línea 1 y acercar esta comarca al centro de Valencia. No puede ser que a un estudiante de Alberic o de Villanueva de Castellón le cueste más llegar a la Universidad que a un viajero ir al centro de Madrid desde la estación del AVE de Valencia.
Otro de los problemas seculares de la comarca es el retraso del plan contra inundaciones del Xúquer y las obras del Patricova que llevan años bloqueadas. ¿Arrancarán en esta legislatura?
Hay muchas obras pendientes, pero como decía antes lo importante es ponerse en marcha, avanzar en la medida de lo posible. De momento, a través del grupo parlamentario socialista se presentarán enmiendas a los presupuestos del Estado para que se contemplen inversiones ya en en 2016 para la Comunitat Valenciana, que está infrafinanciada absolutamente y aunque representa un 10% de la población española apenas recibe un 6% de la inversión según la cámara de contratistas.
Reclamamos ya para este 2016 partidas presupuestarias para la construcción de la presa de laminación del Xúquer en el Sellent, para la adecuación del cauce de Carcaixent a la AP-7, para aumentar la capacidad de desagüe de l'Estany de Cullera o para la recuperación del proyecto de mota de Albalat que fue suspendido por el Gobierno de Rajoy en cuanto llegó al Gobierno, pese a que es una obra de gran importancia para la seguridad de este municipio.
También vamos a presentar enmiendas para reclamar más dotación para el desvío del Cullera y Favara y para que se pongan en marcha de una forma decisiva las obras de la A-38, que eviten el auténtico punto negro en Cullera. Esta es una de las obras donde con mayor claridad se observa el ninguneo y la marginación clarísima a la que somete el gobierno de Rajoy a los valencianos y a la comarca de la Ribera.
Otro punto donde la comarca tiene intereses es en el agua del Xúquer para beber. ¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI según la ley (el plan hidrológico del Xúquer) la Ribera no tenga una reserva específica de agua para beber del Xúquer con los acuíferos totalmente contaminados.
Aquí la posición del Consell es muy clara y ya nos hemos opuesto como Generalitat a la aprobación del nuevo plan hidrológico en la junta de Gobierno de la CHJ donde representantes del Consell han votado en contra del borrador, aunque el Gobierno tiene aquí la última palabra. Pero el Consell tiene claro que la Ribera tiene que tener una reserva de 31 hectómetros cúbicos recogida en el plan hidrológico sin pagos a terceros ni permutas por un derecho a un servicio que es básico, como es el agua y que el PP puso en entredicho.
Ha nombrado antes Metroribera. ¿Es posible modernizar la línea 1 de Metrovalencia que tiene siete estaciones en la Ribera y numerosas deficiencias?
El Consell ya ha nombrado al nuevo gerente y al consejo de administración de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) entre los que me encuentro. Esta conselleria va a poner sobre la mesa todas las necesidades y a rescatar planes que el PP anunció por puro electoralismo, pero nunca llevó a cabo. Es importante, como decía antes, comenzar, arrancar. Vamos a estudiarlo, pero ya anuncio que rescataremos proyectos como el soterramiento de las vías allí donde provoque un impacto claro al ciudadano. Ya he dicho que las infraestructuras dinamizan la economía y vertebran el territorio y esto es fundamental.
¿Cómo marcha la convivencia con Compromís? ¿Acabarán la legislatura?
Absolutamente. Sí. Este gobierno acabará la legislatura. La convivencia es positiva dentro del acuerdo del Botànic y acabaremos lo cuatro años años, seguro. Puede haber roces, pero acabaremos.
