Uno de los productos emergentes de la agricultura ribereña, el paraguayo, acaba de chocar contra el exceso de oferta. La cooperativa agrícola Sant Bernat de Carlet, la principal productora de fruta de hueso en la Ribera, ha informado a sus socios de esta situación y señala que la peor parte de la campaña de verano se la ha llevado el paraguayo, ya que debido a la enorme cantidad de fruta disponible se ha producido una sobreoferta difícilmente digerible por parte de los mercado.
Los dirigentes de la cooperativa advierten al socio que esta situación de sobreoferta se va a repetir durante los próximos años. Se trata del primero de los productos emergentes nacidos al calor de la crisis de la naranja y que ha encontrado acomodo en la Ribera, pero que ahora choca con la saturación de la oferta.
En general, la campaña de fruta de verano en la Ribera es, de media, ligeramente mejor que la anterior, aunque los resultados resultan desiguales en función de las variedades, fechas de entrada o calidad del producto. Pero no hay duda de que la peor parte se la ha llevado el paraguayo ya que existe «una cantidad enorme» de fruta disponible, según explican desde la cooperativa, una situación que es seguro que se mantendrá en las próximas campañas e incluso irá en aumento, pronostican los responsables de esta cooperativa.
Sobreoferta en el mercado
La sobreoferta de paraguayos empezó a hacerse visible en el mercado con la llegada del verano, con una cantidad difícilmente digerible por parte de los mercados. La fruta proveniente de otras zonas productoras de España, sobre todo de Murcia, saturó el mercado, la demanda se vio muy afectada y los precios cayeron rápidamente por lo que la liquidación ha sido baja. En el mes de junio el solapamiento con otros orígenes se acentuó. Muchos productores de la comarca habían apostado en los últimos años por el paraguayo para aumentar sus resultados.
Competencia al alza
Esta competencia, según advierten desde la cooperativa, es previsible que continúe al alza con unos mercados tremendamente competitivos, añaden.
Además, los técnicos de la cooperativa advierten que este año en las liquidaciones realizadas se encuentran «enormes diferencias» dentro de una misma variedad respecto a la rentabilidad de las parcelas, claramente relacionados con la calidad y el calibre que se presenta. La campaña de verano se inició a finales de abril con un retraso de entre 10 y 15 días respecto al curso anterior y concluyó en las últimas semanas.
