La superficie y el potencial productivo del caqui ha experimentado desde el año 2004 un ritmo de crecimiento del 20 % en la Comunitat Valenciana. Según datos del Ministerio de Agricultura en una década este cultivo subtropical ha pasado de ocupar 2.281 hectáreas a rozar las 12.000 hectáreas multiplicando por seis la cifra inicial. En la comarca de la Ribera, en concreto, se ha convertido en una de las grandes apuestas del sector agrícola

Según explica el vicesecretario de AVA-ASAJA, Bernardo Ferrer, «el mercado continúa absorviendo esta fruta con normalidad, la oferta y la demanda siguen estando equilibradas». Un crecimiento exponencial que revela por una parte la gran aceptación del caqui por parte del consumidor pero que también deja entrever que el agricultor debería apostar por la diversificación de los cultivos de cara a un futuro.

Más de 200.000 toneladas

Se estima que la próxima producción de caqui rebasará por segundo año consecutivo las 200.000 toneladas, aunque las adversidades climáticas registradas en el campo valenciano como las olas de calor y los temporales de granizo han provocado una importante caída de frutos, tanto en los árboles adultos como sobretodo en las nuevas plantaciones que rebajan al menos un 10% el aforo inicialmente previsto. Así se desprende de un estudio técnico de la Asociación Valenciana de Agricultores el cual también concluye que el menor número de frutas por árbol logrará en cambio un calibre óptimo para su comercialización en los principales mercados europeos. Pese a que numerosas explotaciones jóvenes de cuatro o cinco años empiezan a producir a pleno rendimiento, las previsiones de cosecha van a la baja a medida que el sector ha ido detectando una caída de frutos primero en los arboles adultos y finalmente en esas nuevas plantaciones de una manera todavía más intensa, llegando en algunas parcelas a afectar a más de la mitad de la fruta.

La evolución decreciente en las estimaciones y los buenos calibres de la fruta abren unas expectativas comerciales favorables para los agricultores valencianos, apunta Ferrer.

Desde hace varios meses los operadores están cerrando operaciones de compraventa con vistas a disponer de un suficiente suministro para atender los primeros pedidos una vez acabe el verano. Desde AVA han animado a los productores a «defender una cotización digna que les permita aliviar las dificultades económicas».